La Comunidad Autónoma anunció ayer un plan para preservar los bosques de los riesgos que comporta la subida de las temperaturas y la escasez de lluvias, además de contribuir al desarrollo de actividades turísticas. El objetivo es hacer frente al impacto del cambio climático y evitar el avance de la desertificación que amenaza a gran parte del territorio regional. El titular de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, Javier Celdrán, presentó al Consejo de Gobierno el denominado Plan de Acción Forestal 2017-2021, que contempla una inversión de 80 millones de euros en los próximos cinco años y prevé la creación de 500 empleos en negocios relacionados con el turismo rural, los trabajos de preservación y prevención y las empresas que están desarrollando nuevas tecnologías destinadas al control y vigilancia de las masas forestales, como los drones empleados en la prevención de incendios.

Celdrán explicó que la Consejería trabajará con las universidades y empresas murcianas dedicadas a la innovación y el uso de las nuevas tecnologías en la gestión forestal para «buscar nuevos usos de la inteligencia artificial en la prevención de incendios o plagas y en la monitorización con sensores de las áreas boscosas para tener un seguimiento completo y a tiempo real del estado de la vegetación. Su misión es apoyar la labor de los agentes medioambientales». Este capítulo contempla 14 becas para la formación de los investigadores.

La Región cuenta con 511.293 hectáreas de bosque, lo que representa el 45% del total del territorio murciano, que en los últimos años se ha incrementado un 5%. Esta superficie boscosa alberga 200 millones de árboles, que se están viendo sometidos al estrés provocado por la sequía y la subida de las temperaturas que origina el cambio climático. El consejero explicó que los desprendimientos de ramas que se están produciendo en los grandes árboles de las ciudades durante las últimas semanas son un síntoma de los cambios a los que se ven sometidos también los bosques de la Región.

El Plan de Acción Forestal de la Región de Murcia 2017-2021 consta de10 programas operativos. Su objetivo es dotar a los bosques de los cortafuegos e infraestructuras que ayuden a prevenir incendios forestales como los que se han producido en los últimos años mediante la planificación, la restauración hidrológica y la conservación de suelos, evitando escorrentías o fijando vegetación en las laderas para impedir desprendimientos. Estas actuaciones tendrán un coste de unos 40 millones de euros, la mitad del presupuesto del plan.

Contempla también actuaciones contra las plagas y las enfermedades provocadas por la situación de penuria que soporta el arbolado, además de la regeneración de las zonas que han sufrido incendios forestales.

Según explicó Celdrán, el objetivo es «el mantenimiento de los bosques en buen estado de salud como un elemento esencial para que la naturaleza por sí sola pueda contribuir a mitigar los efectos del cambio climático. Hacemos de los riesgos de la desertificación y el cambio climático una oportunidad para generar empleo, avance económico, riqueza y desarrollo social» indicó el consejero.

Además, el plan pretende contribuir al desarrollo de actividades turísticas y de negocios capaces de generar empleo, con la construcción de vías verdes e infraestructuras que contribuyan al desarrollo rural en los municipios que albergan las grandes espacios verdes de la Región. La previsión del consejero es la conseguir la creación de 500 puestos de trabajo. Por otra parte, el aprovechamiento de la biomasa en las 308.0220 hectáreas arboladas de la Región, lo que contribuirá a reducir las emisiones contaminantes.