La alimentación de los más pequeños de la casa es un tema que preocupa tanto a los padres como a los expertos, ya que los hábitos que adquieran a edades tempranas harán que en el futuro desarrollen o no enfermedades que pueden convertirse en crónicas. Sobre el consumo de sal en niños hemos hablado con el nuevo presidente del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de la Región de Murcia, Luis Hidalgo, quien anima a los padres a poner más atención sobre aquellos alimentos que incluyen en la cesta de la compra.

El informe que ha dado a conocer la Universidad Complutense de Madrid alerta sobre el consumo de sal en menores, ya que duplica las recomendaciones de la OMS. ¿Son preocupantes estos datos?

Hay que tener en cuenta que sólo el 25 por ciento de la sal que tomamos es la que nosotros añadimos a los alimentos, ya que el resto suele llegar a nuestro organismo a través de los productos procesados, que son el verdadero problema. No hay que perder ninguno de vista porque incluso los bollos contienen sal y en las etiquetas de los productos no se especifica la cantidad. Si en los adultos el consumo de sal es preocupante, en los niños lo es aún más por la resistencia sanguínea, lo que también provoca un aumento de la tensión arterial y riesgo de que sufran hipertensión.

¿Qué alimentos se deberían evitar a la hora de hacer la compra?

El pan es uno de los alimentos que más sal contiene y hay que llevar mucho cuidado porque el paladar se acostumbra rápidamente y luego hay que desacostumbrarlo. El proceso para volver a adaptar nuestro gusto a alimentos con menos contenido en sal puede ir de las ocho a las doce semanas y aunque en los primeros días es probable que lo notemos todo muy soso y casi sin sabor, nos acostumbraremos muy rápido. Además, hay que huir de los alimentos procesados, de las latas de conservas (ya que la sal es un conservante natural) o del ketchup, que está considerado el alimento más dulce, más salado, más agrio y más amargo, capaz de matar el sabor de cualquier comida.

Quizá a la hora de llenar la despensa ponemos más atención en evitar las grasas y los azúcares que en la sal. ¿Es quizá la gran olvidada?

Es así. La sal es una de las grandes olvidadas, por lo que esperamos que a partir de ahora haya una mayor sensibilidad. Nos gustaría que las autoridades y que los grandes establecimientos pusieran en marcha medidas para controlar las indicaciones de las etiquetas y que se conozca la cantidad exacta de sal que contiene cada producto.

¿Qué puede suponer para la salud de los niños un consumo excesivo de sal?

La tensión arterial es la patología cardiovascular más inmediata, pero puede conllevar otros problemas a largo plazo. Uno de los motivos por el que los niños rechazan la verdura es porque tienen el paladar acostumbrado a sabores más fuertes y en muchas ocasiones se les pone ketchup para 'esconder' el sabor de ciertos alimentos.

¿Qué consejos puede dar para reducir este consumo?

Hay que sensibilizar a los padres para que eviten la compra de productos procesados y apuesten por los de temporada. A la hora de cocinar hay que buscar alternativas y optar por potenciadores del sabor como el orégano, albahaca, limón o pimienta.