La directora general de Industria, Esther Marín, que ayer presentó la jornada técnica sobre la legionela celebrada en la Fremm, reconoció que los empresarios murcianos están expuestos a unos controles sanitarios muy superiores a los que ejercen las demás comunidades autónomas por el hecho de que Murcia haya soportado la mayor crisis provocada por la legionela en todo el mundo. «Eso hace que estemos todos más atentos y que se haga una control más específico», admitió. Esther Marín apuntó que los estrictos controles de la Comunidad han llevado a las empresas a dejar de plantearse la instalación de nuevos equipos «que podrían ser más eficientes desde el punto de vista energético para no tener problemas con la Administración».

La directora general se mostró dispuesta a reunirse con el equipo de Sanidad para transmitirle la inquietud de los empresarios. «Ellos tienen sus razones. Las normas tienen una razón de ser. No se legisla por legislar», apuntó.

La Dirección General de Industria tiene registradas en la Región 750 empresas que se encargan de instalar, mantener y revisar los equipos en los que existe el riesgo de que pueda desarrollarse la bacteria de la legionela. La responsable de este departamento explicó que paralelamente, la Consejería de Sanidad lleva el control de las compañías que disponen de instalaciones susceptibles de provocar un brote de legionela. «Nosotros verificamos que las instalaciones se ejecuten correctamente, mientras que los análisis de legionela se realizan en la Dirección General de Salud Pública», precisó.