La previsión de crecimiento para la economía de la Región de Murcia es del 3,4 % en 2017 y del 2,7 % en 2018, según el último estudio elaborado por el BBVA, con lo que el PIB se situará a niveles previos a la crisis económica, pero no el desempleo, que seguirá rondando el 17 %.

El economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, ha ofrecido hoy esos datos en una rueda de prensa, en la que ha presentado el informe sobre la situación económica de la Región de Murcia de cara a este y el próximo ejercicio.

Así, según este estudio, el PIB regional crecerá a un ritmo del 3,4 %, por encima del 3,1 % de crecimiento de 2016, mientras que en 2018 lo hará a un ritmo algo menor, del 2,7 %, cifras antes ligeramente mejores que las previstas para el conjunto del país.

Si esas previsiones se cumplen, ha apuntado, en ese periodo se crearán unos 40.000 empleos y la tasa de paro a finales de 2018 se quedará por debajo del 17 %.

Con esas cifras, Cardoso ha apuntado que los indicadores económicos señalan que, si se cumplen las previsiones, a finales de 2018 la región tendrá un PIB similar al que había en 2007, antes de la crisis, sin embargo, las tasas de desempleo serán entre cuatro y cinco puntos más altas que en ese momento.

Además, la población seguirá notando el "coste significativo" de haber pasado por el desempleo, de las bajadas de salarios y de la alta temporalidad, por lo que, aunque los indicadores económicos hablan del fin de la crisis, "en la práctica, estaremos bastante lejos de esa percepción" por parte de los ciudadanos.

Cardoso se ha referido a esas altas tasas de temporalidad que, en su opinión, la reforma laboral no ha sido capaz de revertir, y ha insistido en que no se trata de un asunto de "composición sectorial" relacionado con el mayor peso del turismo o la agricultura en la economía, puesto que en otros países con sectores con un peso similar, como Portugal, la tasa de temporalidad es mucho más reducida.

En cuanto a los factores que contribuirán al crecimiento del PIB, el economista ha destacado el comportamiento positivo que se prevé para las exportaciones y para el turismo derivado de la mejora de la economía global, así como el mantenimiento del precio del petróleo y las políticas monetarias con tipos de interés relativamente bajos que permiten el crecimiento de las inversiones.

Todos esos factores han provocado ya una reactivación en el primer semestre de 2017, ha indicado, con crecimiento en las exportaciones y el turismo, así como en el consumo de las familias, que ha sido clave para reactivar el crecimiento, así como su esfuerzo por reducir el endeudamiento y la apertura de las entidades bancarias al crédito.

En cualquier caso, hay también factores de riesgo que podrían lastrar el crecimiento, el primero de ellos, el Brexit, ya que la Región de Murcia es la comunidad autónoma que más impacto negativo podría tener a causa de esas políticas, dado que Reino Unido es el principal destino de sus exportaciones, y los británicos, los principales turistas y compradores de viviendas extranjeros.

No obstante, Cardosa ha subrayado que por el momento el Brexit está teniendo menos consecuencias de las esperadas hace un año, pero ha insistido en que las ventas murcianas a Reino Unido suponen un 3,3 por ciento del PIB regional y una caída del 1 por ciento en el PIB británico generaría un descenso de entre el 0,4 y el 0,5 % del PIB murciano.

Otros posibles riesgos para el crecimiento es la posible subida del precio del petróleo que, aunque no está prevista, si ocurriera, cada aumento del 10 % en su precio supondría una caída de 3 décimas del PIB autonómico.

También generan riesgos para el crecimiento el aumento de la inflación, el impacto del aumento del salario mínimo interprofesional, los cambios en las políticas monetarias y aumento de tipos de interés y las políticas para la reducción del déficit, ya que la comunidad autónoma es una de las más incumplidoras con su objetivo de déficit, lo que la sitúa en desventaja a la hora de limitar el gasto con respecto a otros territorios.

Para Cardoso, la principal debilidad de la economía murciana es precisamente la existencia de "desequilibrios" que no se han logrado compensar, como esos desequilibrios en las cuentas autonómicas, junto con el elevado endeudamiento de una parte de la sociedad y las altas tasas de paro, que "lastran" el crecimiento de la economía.