En torno a la una del mediodía, los agentes Antonio Bernal y José Ramón Martínez realizaban su habitual patrulla por la avenida Alfonso X El Sabio cuando una viandante se les acercó para alertarles de unos crujidos que había escuchado en la plaza Santo Domingo. De inmediato, tal como ha relatado Bernal a LA OPINIÓN, se dirigieron al lugar de los hechos y escucharon un «pequeño estruendo». En ese momento, en palabras del agente, había unas cuatro o cinco personas sentadas en los bancos junto al ficus que rápidamente se levantaron al notar un estruendo mucho mayor, ya que lo que comenzó como una leve caída de hojas del centenario árbol, acabó con el derrumbe de gran parte de sus ramas «en varios fragmentos y hacia varias direcciones».

En cuestión de segundos avisaron a ambulancia y bomberos, que llegaron a la escena para continuar la urgente búsqueda de posibles heridos bajo los restos caídos. «Por suerte», relata Bernal, «en aquel momento varias de las terrazas de los comercios circundantes estaban vacías, probablemente por el calor».

Afirma también que han procedido a acordonar la zona para impedir mayores riesgos. «Ha pasado todo tan rápido, hemos pasado tantos nervios? Hemos empezado a gritar para alertar a la gente y han podido salir corriendo a tiempo. Realmente ha sido una suerte que solo haya habido dos heridos y alguna crisis de ansiedad».

Prohibido el paso

Aunque explica que desconoce el destino de lo que queda de ficus, Bernal comenta que serán los técnicos los que tomen una decisión al respecto. «Por ahora, la zona continúa acotada por la seguridad de los vecinos, y si la abren será porque los especialistas entienden que la situación se ha normalizado».