Un crujido seco, fuerte, como una explosión, sacudió el tranquilo y cálido ambiente de la plaza Santo Domingo ayer a la una de la tarde. Una de las ramas troncales del ficus centenario se desprendía del cuerpo del árbol y caía a plomo sobre el mobiliario urbano y las terrazas de los locales de la céntrica plaza de Murcia. El silencio precedió al derrumbe durante un instante, mientras la plaza se cubría de una gran nube de polvo. Ese primer sonido de desgarro alertó, en un primer momento, a las decenas de personas que paseaban o tomaban algo en los bares de la plaza por ser la hora del aperitivo, que comenzaron a correr alentados por los gritos de dos policías locales que pedían evacuar la zona rápido. Entre 12 y 15 toneladas de ramas, traducido en un 40 por ciento de la masa forestal del ficus, se desprendían rápidamente sobre la valla protectora del árbol, los asientos que lo rodeaban y los toldos, sillas y mesas de tres establecimientos situados en la fachada de los edificios al sur de la plaza, y otra rama de gran dimensión hacia el norte de Santo Domingo.

Instantes después, decenas de personas se lanzaban sobre los restos arbóreos a buscar posibles heridos que hubieran podido quedar atrapados pero, finalmente, sólo una chica de 16 años tuvo que ser trasladada al hospital por una herida de carácter leve en la cabeza, por la que tuvo que recibir varios puntos, además de un bombero herido durante los trabajos posteriores de limpieza.

Este balance oficial de cero víctimas mortales fue un gran alivio para los centenares de murcianos que a lo largo de varias horas se quedaron observando tras el cordón de seguridad que ocupaba tres cuartas partes de la plaza Santo Domingo. No fue hasta las dos de la tarde cuando los servicios de Emergencia desplazados al lugar pudieron confirmar que no había víctimas bajo el ramaje caído, hecho que calmó, también, tanto al delegado del Gobierno, Antonio Sánchez-Solís, como al Gobierno municipal, con el alcalde José Ballesta a la cabeza, que se desplazaron al lugar para conocer lo sucedido. Tanto transeúntes como vecinos de la zona no tardaron en calificar el hecho de milagro, dada la magn lo sucedido y de que no hubiera apenas heridos. «Salía de la farmacia situada justo en frente del árbol y de repente vi cómo se caía delante de mí, destrozando las terrazas de los locales», explicaba una vecina de uno de los edificios afectados. Y es que no sólo el ramaje afectó a los comercios, sino que las ramas, que llegaron a entrar también por la puerta de los locales, golpearon contra los balcones de dos edificios situados al sur de Santo Domingo, doblando barandillas y dejando ramas y hojas en el interior de algunas viviendas. Más de 120 agentes de la Policía Local y Policía Nacional, profesionales del servicio de Emergencias del 061, personal y voluntarios de Protección Civil de Murcia y de Cruz Roja actuaron rápidamente sobre la zona para acordonarla, comprobar si había heridos y proceder a serrar los troncos caídos y retirarlos.

Las causas

Técnicos del servicio de Parques y Jardines confirmaron a esta Redacción que el suceso ocurrió por un ´efecto cascada´ o ´dominó´ de las ramas, ya que una de las más pesadas que estaban situadas en la copa del árbol pudo fracturarse, tirando las grandes ramas que ha encontrado a su paso y provocando así el derrumbe de unas de las ramas troncales, lo que ha rasgado el tronco del ficus. El árbol fue saneado recientemente, en 2016 pasó hasta seis revisiones, y la última inspección fue hace cuatro semanas por técnicos arboristas contratados por el Ayuntamiento. La razón del derrumbe la achacan al «colapso de ciertos tejidos de la madera al concurrir altas temperaturas ambientales con escasez de precipitaciones, como está ocurriendo en Murcia esta semana», según el Consistorio.

Expertos en botánica consultados por LA OPINIÓN aseguran que el árbol tiene una gran adaptación a estos cambios de temperatura, y que otros múltiples factores han podido tener más incidencia en el suceso, como la falta de raíces aéreas, que permiten una mayor sostenibilidad de los ficus; la dureza del duramen, que ha perdido elasticidad y capacidad para aguantar el peso de las ramas durante el paso de los 124 años que lleva plantado el árbol en Santo Domingo; junto a las oquedades, heridas o zonas muertas del árbol.

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Este suceso, al que por suerte no precede el calificativo de ´trágico´, circuló rapidamente por las redes sociales tras el derrumbe. Fotografías y vídeos de lo ocurrido pasaron durante todo el día por miles de móviles de toda la ciudad de Murcia. En la tarde de ayer, más de 40 operarios seguían retirando ramas y asegurando el ficus en Santo Domingo, labores que seguirán hoy.

En auxilio Decenas de murcianos buscan heridos

En cuanto las ramas del ficus de Santo Domingo se desplomaron sobre las terrazas de una parte de la plaza, camareros, vecinos y transeúntes se echaron sobre el ramaje para buscar, en un acto solidario, a posibles víctimas o heridos del suceso, ya que había caído casi la mitad de la masa arbórea del ficus, desplomándose sobre las sillas y mesas de los locales abiertos en la hora del aperitivo. Las vallas protectoras no pudieron aguantar el peso de las ramas, entre 12 y 15 toneladas, y cedieron destrozando parte del mobiliario urbano. Por suerte, sólo una chica fue herida de carácter leve en la cabeza.