Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Ésa es la lectura que se puede hacer de la sesión de control al presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, celebrada ayer en la Asamblea. Y es que el jefe del Ejecutivo regional atacó a la oposición y eludió aclarar si exigirá el acta de diputado a su predecesor, Pedro Antonio Sánchez, en caso de que se le abra juicio oral por su implicación en los casos Púnica y Auditorio, tal y como preguntaron PSOE, Ciudadanos y Podemos.

Y es que López Miras basó su defensa en el ataque a la oposición, acusando al resto de grupos parlamentarios de tener también casos de corrupción.

«Le veo obsesionado con Pedro Antonio Sánchez», dijo el presidente autonómico del portavoz de Podemos, Óscar Urralburu, primero en cuestionar la imagen de la Región mientras se mantiene a Sánchez en su puesto de diputado. Además, le espetó: «No voy a permitir que ustedes nos den lecciones de respeto a la ley cuando tienen en sus filas a gente condenada y son incapaces de condenar a terroristas», como el exdirigente de Batasuna Arnaldo Otegui. Asimismo, el líder regional censuró que el partido morado no le haga preguntas sobre la gestión del Gobierno murciano.

La segunda pregunta, en los mismos términos, corrió a cargo del portavoz del grupo parlamentario socialista, Rafael González Tovar, quien tuvo que frenar su discurso en varias ocasiones por las interrupciones de la bancada popular, que provocaron que la vicepresidenta de la Cámara, María López, amenazara con suspender el pleno hasta que no hubiera silencio absoluto.

El presidente de la Comunidad Autónoma también evitó responder al líder socialista, y en su primera intervención destacó que la imagen de la Región destaca «por liderar el crecimiento económico, la creación de empleo y la bajada de impuestos». En su segundo turno, López Miras siguió su ataque a la oposición y acusó al PSOE de centrar su estrategia en dañar al PP cuando tiene alcaldes condenados. Incluso el máximo dirigente regional afirmó que si González Tovar quiere mejorar la imagen de la Región, lo que debe hacer es «dimitir como secretario general del PSOE».

El show de la izquierda

La última pregunta sobre este asunto la formuló el portavoz de Ciudadanos, Miguel Sánchez. En este caso la actitud de López Miras fue de nuevo beligerante, pese a que Ciudadanos es el partido que con su apoyo permitió al PP liderar el Ejecutivo regional hace dos años. Así, el presidente autonómico acusó a la formación naranja de «colaboradora del show de la izquierda» en lugar de ser «serios, hablar de ideas y proyectos que les importan a los murcianos», al tiempo que le censuró por «robarle» al PP la alcaldía en Pliego mediante una moción de censura para «regalársela» al PSOE. El ataque fue más allá y López Mirás afirmó que el 20% de los concejales de Ciudadanos en ayuntamientos de la Región ya se han ido del partido «decepcionados tras comprobar qué es de verdad el partido».

En la misma línea que el presidente autonómico, el portavoz del PP, Víctor Manuel Martínez, criticó la «obsesión enfermiza» de la oposición hacia Pedro Antonio Sánchez y no sobre los problemas que preocupan a los murcianos, como el agua, el empleo o la vivienda.