Hace ya más de 15 años que Ana perdió a su hijo, Pablo, atropellado por un coche que se subió a la acera. El pequeño tenía entonces 4 años. Desde entonces, esta mujer lucha, en el colectivo Stop Accidentes, por la concienciación de todos. Esta valenciana, presidenta nacional de una de las ONG más activas en la lucha contra los accidentes de tráfico, charla con LA OPINIÓN.

Los conductores cazados ebrios al volante, si no matan o lesionan a alguien, muchas veces no pasan ni por el calabozo. ¿Cómo reciben esta realidad en Stop Accidentes?

Es un problema. No es sólo que una vez hayas ido bebido y te hayan pillado, te dejen sin puntos, los recuperes en un curso y vuelvas a delinquir. Es que hay gente que hace una y otra vez el curso. Es un problema grave. Tiene que haber un tope de cursos, un tope para volver a recuperar el carné. Abogamos por la retirada de carné y, cuando acredite que se ha curado, que se tenga que volver a presentar a sacárselo.

¿Qué opinión les merece la última reforma del Código Penal respecto a los siniestros en carretera?

La última reforma del Código Penal lo que hizo fue dejar más impunidad. Los pusieron como delitos leves y menos leves. La mayoría de los juicios de faltas van a ese lado. Incluso cuando hay un fallecimiento: pasa a la vía civil.

¿Aunque haya víctimas mortales?

Sí, porque entran dentro de la denominación de falta. Lo que, a lo mejor, alega ese conductor es que ha sido un despiste. Se están dando casos que, con fallecidos, se archivan por la vía penal y se quedan sólo por la civil.

¿Ven ustedes disposición por parte de los políticos?

Por parte del Ministerio de Justicia, se está moviendo un poco el tema. Aunque no se está legislando aún. Miran por el tema de la denegación de socorro. Si tienen lugar unos hechos, y el conductor huye del sitio, se estudia que se considere un agravante. Y que, además de la sanción, tenga una pena mayor. Queremos cambiar las penas dentro del Código Penal en sí. ¡Lo máximo son cuatro años de cárcel! Compáralo con delitos económicos. Compáralo con robar. Por robar, te ponen más penas. Pero nosotros no tiramos nunca la toalla. Somos pesados, muy pesados. A ver si conseguimos esa reforma del Código Penal.