Agentes de la Policía Local de toda la Región están formándose en el pilotaje de drones con el fin de utilizar esta tecnología en la vigilancia, control y seguimiento.

Lo harán en dos veces: este lunes y martes, en la primera tanda; los días 5 y 6 de junio, en la segunda, explicó el delegado de Formación del Sindicato de Policías y Bomberos (SPPLB) y policía local en La Unión, José Ignacio Marín. El escenario, Abanilla.

Marín apuntó que se trata del curso oficial de piloto de drones, que es «como el carné de conducirlos de manera profesional».

Desde este sindicato «hemos sido los primeros en sacarlo a nivel nacional», espetó. En concreto, al curso de Abanilla se han apuntado 19 personas. No solamente agentes: también familiares de éstos.

Las normas que regulan el uso de drones en el espacio aéreo son muy estrictas. De ahí que el curso se lleve a cabo en el municipio de Abanilla. «Por disposición geográfica nacional», especificó el responsable de la iniciativa. Añadió que «el Ayuntamiento se portó estupendamente»

Lo de los drones «es un futuro que está aquí», y que supone «bajos costes y una gran versatilidad», indicó el policía. A su juicio, «los tiempos avanzan muy rápido, y la Administración siempre ranquea». De ahí la importancia de sacar estos cursos por parte de colectivos de trabajadores.

Preguntado por qué ventajas puede dar a los policías locales en esta Región el saber pilotar drones, Marín señaló que «realmente el uso es tan diverso como imaginación tengamos». En este sentido, comentó que desde un dron se puede, por ejemplo, apagar un incendio, «echando espuma sobre los fuegos». Asimismo, tener ´ojos´ en el aire permite a los agentes «visualizar zonas muy extensas». «Algunos modelos tienen cámara infrarroja», especificó, «un dron ve a puntitos rojos, que son humanos, en una zona».

De esta manera, los policías consiguen «extender nuestros ojos a muchas zonas, a muchos kilómetros», remarcó José Ignacio Marín.

«Con unos ojos que están a cien metros por encima de cualquier superficie, las posibilidades de localización son increíbles», especificó el policía.

Asimismo, se refirió a lo útil que puede ser «un dron que lleve un salvavidas y lo tira al mar, para auxiliar a alguien hasta que pueda llegar un socorrista».

Trabajar con drones «es visualización, es control, es seguimiento», hizo hincapié.

Remarcan así la idea: los drones no son juguetes. No son aviones a pequeña escala con los que uno se entretienen. Pueden salvar vidas. Y en la Región, lugar con grandes parajes y, por supuesto, costa, su utilidad no se cuestiona. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad pueden emplearlos a la hora de buscar a una persona desaparecida, o de localizar a, por ejemplo, unos narcos que traten de escapar en una lancha. Su uso, no obstante, es incipiente. La tecnología es más que nueva. De ahí la importancia ahora de la formación, de enseñar a los agentes para que sepan manejar estos aparatos, cuando las comisarías ya cuenten con ellos como un elemento más del día a día.

No sólo la Local se pone las pilas a la hora de aprender las tecnologías más punteras. La Policía Nacional, el cuerpo policial con más seguidores del mundo en redes sociales, se convertía, en 2016, en la primera fuerza de seguridad del planeta que utiliza drones para emitir a través de la actualización de Periscope, una herramienta que permite la difusión de vídeos en directo.

Las primeras experiencias pudieron seguirse, allá por mayo de 2016, a través de la cuenta de Twitter @policia. Los expertos recalcan que no se trata de un juego, sino de aprovechar los avances existentes para mejorar el trabajo policial y, por añadido, la seguridad del ciudadano.

El curso de Abanilla consta de 71 horas, en formato semi presencial. Su precio es de 650 euros, que se ve rebajado a 610 para afiliados al Sindicato de Policías y Bomberos.