Las niñas de 10 y 11 años que planeaban suicidarse en Molina de Segura habían pactado saltar juntas de un edificio abandonado que hay en la localidad, indicaron a este periódico fuentes cercanas al caso.

Fue la Policía Local de la localidad la primera que acudió al colegio de una de las menores, tras la llamada del director del centro. Otra niña, llorando, había contado a su profesora que ambas niñas se iban a quitar la vida juntas.

Tras charlar con los docentes, los agentes acudieron entonces al domicilio de una de las niñas, la de 11 años, donde encontraron a ésta junto a su hermana mayor. Tras hablar con ellas, la Policía Local solicitó en la vivienda (ubicada en una zona deprimida de la localidad) la presencia de una ambulancia. En ella, la menor, acompañada por un agente municipal, fue trasladada a la Arrixaca, donde se le brindó asistencia psicológica.

Iban a matarse al día siguiente. Esto ocurrió viernes y el pacto de suicidio era para el sábado. El edificio del que planearon arrojarse sería un bloque de pisos abandonado que está cerca de la N-301.

Por parte de allegados

Cuando declararon ante la Policía, tanto esta niña de 11 años como su amiga de 10 confesaron que el motivo para pensar en quitarse la vida estaba en que ambas sufrían desde hacía tiempo malos tratos por parte de personas allegadas.

En el caso también se emplearon a fondo especialistas de la Unidad de Violencia de Género y Doméstica de la Policía Local de Molina. Posteriormente, se hizo cargo del caso la Policía Nacional.

Se ha interrogado a parientes y allegados de las pequeñas, con el fin de arrojar luz sobre qué las llevó a querer perpetrar algo tan drástico como matarse.

Si los investigadores analizaron los ordenadores y teléfonos de las menores en busca de rastro de la Ballena Azul fue porque una de las niñas presentaba cortes en uno de sus brazos. No obstante, la hipótesis de que las menores estuviesen siguiendo los retos de este macabro juego se descartó rápidamente, al contar las propias pequeñas que el problema lo tenían en su vida real, no en la virtual de Internet.

Sí jugaban a la Ballena Azul, por contra, las dos pequeñas de 13 años que se hicieron cortes en las muñecas en una fábrica abandonada de Lorquí, tal y como informó ayer en exclusiva LA OPINIÓN, y de cuyo caso se ocupa la Guardia Civil.

También en Molina, la Policía Judicial investiga los casos de tres alumnos de una misma clase que se habrían autolesionado.

Hogar. Ochocientos informes de malos tratos en su casa

Una de las pequeñas de Molina que planeaban quitarse la vida reside en un hogar en el que Servicios Sociales tiene, desde hace tiempo, mucho trabajo. Constan alrededor de ochocientos informes sobre violencia doméstica en su anterior casa, donde vivían la niña, su hermana mayor y la madre de ambas. Fuentes cercanas indicaron que en esta vivienda se habrían producido episodios de violencia en el ámbito familiar, con agresiones físicas incluidas. Además de informes, también hay denuncias al respecto.