Muchos no entienden la mezcla de competencias que asume usted en esta Consejería y temen que alguna de ellas pese al final más que el resto. ¿No teme escorarse hacia un departamento más que hacia otros?

En absoluto. Creo que maridan perfectamente. Cultura y Turismo es un maridaje natural, pues los recursos culturales siempre han sido de gran valor turístico. Y el ámbito medioambiental, natural, también tiene mucho tirón turístico. Como por ejemplo, el Mar Menor y su entorno, que da más de lo que mucha gente imagina, porque además, sol y playa, son deportes náuticos, es gastronomía, es festivales de música... Por lo tanto, estamos empeñados en proteger los recursos naturales, para que sean un recurso interesante para el disfrute de los murcianos y de los millones de turistas que nos visitan. Así a quien le parezca extraño que estén estos tres departamentos unidos es porque no ha reflexionado con suficiente profundidad en la absoluta complementariedad e imbricación que tienen.

Insisto, ¿con todo lo que hay pendiente en temas relacionados con el medio ambiente, y no me refiero solo al Mar Menor, no hay peligro de que ésto le absorba?

No. Para eso están los equipos; y el que hemos conformado es de profesionales de primer nivel, con experiencia en los temas que les va a tocar gestionar y que saben que debe trabajar en equipo y muy compenetrado. Ninguna actuación en una materia debe perder la perspectiva de las otras dos. Vamos a trabajar para borrar las fronteras competenciales entre ellas.

¿Qué deben esperar los ciudadanos de estos dos últimos años de legislatura?

La clave del éxito de esta segunda etapa de la legislatura en esta Consejería va a tener mucho que ver con el concepto de hibridar temáticas. Y en este contexto se enmarca el programa en el que estamos trabajando de Gastroturismo sostenible; o en el que estamos inmersos todavía de Caravaca Jubilar.

¿Y esta reestructuración tan profunda va a seguir las líneas marcadas antes o se han fijado unas nuevas?

Si bien estamos a mitad de legislatura, no ha habido cambio del signo político en el Gobierno. Sigue siendo el Partido Popular y sigue siendo su plan de legislatura, primero con Pedro Antonio Sánchez y ahora con Fernando López Miras. Los objetivos están definidos. Si utilizamos un símil futbolístico, cuando a mitad de partido se cambia a un jugador, el objetivo sigue siendo el mismo, ganar el partido. Y cambiando posiciones o a algunos de los jugadores, posiblemente consigue impulsar los objetivos, mejorar alguna línea que podría ser reforzada e incluso virar en casos en los que se ve que una estrategia debe cambiar. Y ahí se sitúa este cambio. Es natural que se critique o cuestionen los cambios, porque generan incertidumbres. Pero debemos dar un mensaje de tranquilidad, porque sabemos lo que hacemos.

El presidente de Croem, José María Albarracín, ha lamentado especialmente el cambio de ubicación de Medio Ambiente, competencia que ha definido, además, como esa ´patata caliente´ que nadie quiere.

Yo no lo veo así, sino todo lo contrario. Es un ámbito de una gran relevancia desde el punto de vista de la protección ambiental, pero también desde el punto de vista económico y de creación de riqueza y empleo. El que esté adscrito a una consejería o a otra no es importante. Lo son los planes que pueda haber para impulsar políticas valientes y reformistas como las de este Gobierno para superar los retos. Y en el ámbito medioambiental está y estaba clarísimo: la agilización de los trámites medioambientales. Que la maraña de legislaciones se pueda simplificar al máximo, siempre preservando la protección y la seguridad jurídica, y podamos acabar con ese cuello de botella. Esa va a ser casi una obsesión de esta Consejería.

¿Alguna idea para hacerlo?

Una es la puesta en marcha del plan de economía circular, que contempla analizar el ciclo de vida ambiental de una iniciativa, de un producto, desde su inicio. Por ejemplo, que los restos de una poda agrícola no terminen quemándose sino que se pueda convertir en abono, o energía, o en una nueva materia prima. El medio ambiente hay que protegerlo, utilizarlo para que siga siendo un recurso para generar empleo, turismo y actividad económica.

¿Y se incrementará el personal para lograrlo? Porque esa ha sido una de las grandes barreras para agilizar los trámites administrativos. No hay suficiente gente.

Vamos a hacer una foto de este departamento para ver cómo está organizado y luego cómo reestructurarlo para hacerlo más ágil y eficiente, y comprobar las necesidades de refuerzos de recursos humanos y de herramientas para lograr el objetivo.

Ha chocado la elección de Antonio Luengo, empresario agrícola y concejal de Urbanismo de San Javier al frente de la Dirección General del Mar Menor. ¿Es un cortafuegos?

Antonio Luengo es ingeniero; ha sido concejal y por lo tanto tiene experiencia en gestión; es de San Javier, con lo que vive y siente el Mar Menor como el que más; y es una persona con vocación de servicio público. Y su vinculación al sector agrícola viene muy bien, pues es una de las variables que afectan a la situación de la laguna. Esta apuesta de Dirección General responde a los planes del Gobierno regional, a raiz de la crisis del verano pasado, de tomar medidas tanto urgentes como estructurales a medio y largo plazo para protegerlo y para trabajar en la reversión de la situación.

¿Qué competencias va a tener?

No es una dirección general de maquillaje. Se va a encargar de coordinar, planificar, hacer un seguimiento, evaluar y comunicar todas las actuaciones que se hagan en torno a la laguna y que dependan de otras direcciones generales. Y también en trabajar en la definición de los planes de actuación a medio y largo plazo, dentro del máximo rigor y contando con el aval de los científicos, como hasta ahora, para recuperar la laguna. Se está haciendo ya mucho. Probablemente no hay en toda Europa e incluso en todo el mundo un entorno natural que esté más monitorizado y controlado por los investigadores para buscar soluciones que mejoren su situación que el Mar Menor.

Pero parece que hay prisa por lanzar el mensaje de que como el agua está más clara ya está bien. Un guiño al turismo.

No. Nuestro compromiso máximo es proteger el Mar Menor. El año pasado se tomaron medidas de urgencia para frenar el proceso de eutrofización y fruto de estas medidas ahora está mejor. Esto es un hecho. Pero eso no quiere decir que esté absolutamente saludable y que ya esté todo hecho, sino todo lo contrario. Hay que seguir trabajando con la misma intensidad para no dar pasos hacia atrás. Debemos protegerlo tanto por conciencia medioambiental, como porque es nuestra joya tractora de la economía del turismo de la Región y hay un entorno económico y social que vive del Mar Menor.

¿Se llegarían a tomar medidas drásticas, como prohibir algún uso, pese a que pueda afectar a intereses económicos?

La prioridad es la protección, pero no nos vamos a ir a extremismos. Hay que hacer convivir la protección con el interés económico, que es el que nos genera empleo y riqueza. Y aquí también incluyo a cualquier otro ecosistema natural. Existen fórmulas para hacerlo y en eso trabajaremos.

¿Qué opina de todos los movimientos sociales que en torno al Mar Menor han surgido? ¿Y de los ecologistas?

Si no estan politizados, creo que son los que enriquecen las propuestas y proporcionan un punto de vista diferente al que podamos tener nosotros. Hay que escucharlos y entender las críticas desde un punto de vista positivo. Son ´input´ a tener en cuenta. No los veo como a un enemigo.

¿Cuál debe ser la apuesta, turismo de calidad o de cantidad?

La apuesta pasa por tres líneas: la primera, la diversificación de la oferta, que no sea sólo sol y playa; ofrecer más productos para que sea más potente y a más personas, procedentes de otros países. Una segunda línea es la desestacionalización, pues de los 5,3 millones de turistas que tenemos al año aproximadamente el 60% se concentra en verano. Es una pena tener hoteles cerrados en octubre. Y en tercer lugar, la innovación turística. Haremos un trabajo muy intenso de modernización de los recursos mediante el uso de las nuevas tecnologías, tanto para el turista como para el empresario, a través de Redes Sociales, apps...

Turismo. "El rural es un producto que aún tiene mucho ámbito de crecimiento"

¿No cree que el turismo rural es el gran olvidado, que está infrapromovido?

Es cierto que el producto turístico rural en la Región todavía tiene muchísimo ámbito de crecimiento y de promoción: el Valle de Ricote, las vías verdes, aprovechando las hospederías... Y esto se puede vincular al patrimonio cultural que tenemos, como los castillos, yacimientos, monasterios. Y se puede vincular a otros productos culturales, como se ha visto con Caravaca Jubilar; y con la competente natural.

¿Cómo encara la Región de Murcia el Brexit en este sector?

La administración regional reaccionó muy rápido ante el anuncio del Brexit, y dentro del Comité creado se comenzó a analizar medidas proactivas y no reactivas ante la salida de Gran Bretaña de la UE. Es cierto que el mayor porcentaje de nuestros turistas extranjeros es británico. Por eso hay que actuar para que no se genere alarma en el sector hotelero. Es un turismo de alto nivel adquisitivo, que viene a practicar golf y a disfrutar de la playa. Y además tenemos una importante colonia viviendo aquí. Con todo, esperamos un impacto menor, a priori, del que se pensábamos al principio.

Cultura. "Uno de los retos de Lorca será sacar los museos a la calle"

Dentro del mundo de la cultura ha chocado mucho la recuperación de Juan Antonio Lorca para Bienes Culturales, el que fuera director general del Instituto de las Industrias Culturales y de las Artes con Pedro Alberto Cruz de consejero.

Es un experto conocedor del ámbito cultural y desde que dejó la dirección general ha estado inmerso en su faceta profesional, es pintor y escultor, y ha estado conectado con ámbitos culturales tanto de dentro como de fuera de la Región y de España. Así, además de tener experiencia como gestor, conoce la planificación y ejecución política. Yo he trabajado con él y tengo confianza en su labor. Uno de sus retos será que los museos se abran a la sociedad y no sean sólo contenedores de arte, que salgan a la calle.

¿Cómo va el programa de internacionalización de la cultura murciana?

Dentro del nuevo programa de internacionalización cultural y creativa estamos a punto de firmar un convenio de colaboración con el teatro Cervantes de Londres, que dirige el cartagenero Jorge de Juan. Gracias a éste, los artistas murcianos tendrán la oportunidad de exhibir obras de teatro, exposiciones, etc.