Sesenta investigadores de ocho países europeos ha puesto en marcha un proyecto para diversificar cultivos en la Región de Murcia con el objetivo de conseguir una agricultura más sostenible y más rentable.

Se trata del proyecto europeo 'Diverfarming', que está coordinado por el profesor de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Raún Zornoza e integrado por unos 60 investigadores procedentes de 25 instituciones científicas de ocho países diferentes. Los investigadores se han desplazado esta semana hasta la Región, donde permanecerán hasta el viernes, para poner en marcha el proyecto, que se prolongará al menos durante 5 años y que tiene como objetivo incrementar la sostenibilidad de los cultivos «mediante estrategias como la combinación de diferentes cultivos en el espacio y en el tiempo», indica Zornoza.

De esa manera, no solo aumenta la rentabilidad para el agricultor, que puede explotar varios productos, sino que mejora la biodiversidad y la calidad ambiental de los agrosistemas.

Experimentos en Sucina

El proyecto, que cuenta con una financiación de 10,5 millones de euros procedentes del programa Horizonte2020, comenzará su implantación en fincas comerciales de la localidad de Sucina, donde se van a plantar especies aromáticas, cereales y leguminosas en cultivos de cítricos y almendros, en los espacios entre los árboles. Zornoza señala que esta diversificación ya se había probado con éxito en fincas dedicadas al cultivo de almendros, pero no en el caso de los cítricos.

En las plantaciones tradicionales en las que ya se aplica la diversificación de cultivos, explica, se han logrado buenos resultados, ya que ha mejorado la calidad edáfica del suelo y se ha reducido la erosión.

Se da así respuesta a «un problema muy importante en la Región, donde tenemos suelos con muy poca materia orgánica, que permanecen desnudos por el contínuo arado y cuya capa superficial es arrastrada cuando se producen lluvias torrenciales», subraya.

En esas capas superficiales del suelo, indica, es precisamente donde se encuentran los nutrientes y los microorganismos que hacen fértil el suelo y donde hay más capacidad de retención de agua, por lo que evitar su erosión es fundamental. «La diversificación está demostrando que cultivando otras plantas se incrementa la biodiversidad y la presencia de insectos que son enemigos naturales de las plagas», añade.