La educación inclusiva e intercultural son las principales líneas de investigación de Andrés Escarbajal Frutos, profesor de la Universidad de Murcia y asesor de políticas y prácticas educativas. Este experto nacional en el último estudio (2017) del Departamento de Políticas, Cultura y Educación del Parlamento Europeo sobre 'Migrant education', habla de la importancia de la formación del profesorado, de la presencia de esta materia en todas la áreas del currículum y la implicación de toda la sociedad para gestionar la diversidad cultural existente.

¿Multiculturalidad o Interculturalidad? ¿Cuál es la diferencia?

La multiculturalidad es entendida como una situación social en la que coexisten culturas diferentes en un mismo espacio, cada una con sus estilos y modos de vida, respetándose, pero sin actuar entre ellas; esta situación llega a acentuar las diferencias y crear auténticos guetos, barrios aislados que forman algo parecido a un archipiélago sociocultural. Por tanto, la multiculturalidad acepta y respeta la diversidad cultural en la sociedad, que ya es bastante positivo, pero no trasciende esa actitud. Por el contrario, la interculturalidad significa interacción, intercambio, reciprocidad y solidaridad, al tiempo que se reconocen los valores y los modos de vida de todas las culturas, con el único límite del que puedan establecer las leyes democráticas de un país.Supone, en definitiva, la convivencia en planos de igualdad social y jurídica.

En los centros murcianos conviven alumnos de diferentes nacionalidades. ¿Qué nota tiene la Región en esta materia?

Ya no solo en lo que se refiere a la población extranjera, pues en la Región de Murcia también hay autóctonos de origen extranjero, hijos de inmigrantes que han nacido aquí y son españoles, y debemos darle respuesta educativa adecuada para que, entre otras cosas, no pierdan su identidad y puedan, por ejemplo, vivir y convivir con ambas culturas, sabiendo que estas no son islas monolíticas, ni estáticas en el tiempo; todas las culturas son, o deben serlo, dinámicas, deben cambiar y avanzar. Y nuestra Región, en los últimos años ha recortado en educación, recortando también en las respuestas educativas de calidad, no sólo en lo que a interculturalidad se refiere. La nota, por tanto, no sería muy alta, y desde luego, si pasa del aprobado es gracias a la labor de profesores, que cada vez son más, afortunadamente.

En su libro Comunidades interculturales y democráticas habla de la educación intercultural como un camino «esperanzador» hacia la inclusión. ¿Qué relación guarda con este modelo?

La educación inclusiva es el modelo, el marco conceptual y orientativo sobre el que se apoya, no solo la educación intercultural, sino también la atención a los alumnos con necesidades educativas especiales, dificultades específicas de aprendizaje (dislexia, TDAH,..), altas capacidades intelectuales... Afortunadamente, en la Universidad de Murcia contamos con una de las pioneras en inclusión a nivel europeo, que es Pilar Arnaiz, catedrática del área de Didáctica y Organización Escolar; y, por la experiencia que aportan excelentes profesionales en la consejería de Educación en estas temáticas, como Carlos Garrido, Juan Navarro, José Manuel Guirao y Javier Soto, entre otros, la formación y las buenas prácticas están aseguradas.

Existen centros con buenas prácticas en interculturalidad como 'Santa Rosa de Lima', Los Rosales', 'San Andrés'... ¿qué tienen los colegios que se rigen por estos principios?

Estos centros desarrollan una visión amplia del mundo y sus culturas; evita el etnocentrismo; trabaja contra el racismo, la xenofobia, la intolerancia y la discriminación; educa en la democracia, el pluralismo y el respeto a las normas sociales, practica la educación para la paz y la gestión de conflictos; enseña a reconocer y gestionar las emociones; y, finalmente, fomenta la comprensión del otro, la empatía, la escucha activa, el diálogo y la interacción, el altruismo y la responsabilidad. Difícil, pero es que educar es muy difícil.

¿Cómo es la formación de los docentes en esta materia?

En el Grado de Primaria no hay muchas asignaturas sobre educación inclusiva y atención a la diversidad; pocos créditos en el primer año y asignaturas aisladas en algunas menciones, por lo que, desgraciadamente, no todos los futuros maestros terminan con una buena formación en esta temática. Ello ocurre, entre otras razones, porque no se entiende la interculturalidad como elemento transversal en la formación, sino como una disciplina 'especial'.

¿De qué manera influye educar bajo estos principios en aspectos como el racismo, el acoso escolar o el bullying?

Influye muy positivamente, pues se pensaba que no podían volver a brotar, como lo hacen las malas hiedras, las actitudes y partidos racistas que, desde discursos vacíos de lógica y razón perjudican cada vez más la convivencia. Por ello, trabajar la prevención, la mediación, revisar los protocolos de actuación de los centros, potenciar figuras como la del Profesional Técnico de Servicio a la Comunidad (PTSC) y mejorar los departamentos y Equipos de Orientación serían medidas muy positivas.

En un mundo el que los flujos migratorios constituyen sociedades cada vez más diversas y heterogéneas, ¿qué implica educar en interculturalidad?

Todo ello se podría resumir en que la educación intercultural pretende ser una respuesta colectiva y holística a los desafíos de la sociedad plural, un compromiso con la creación de un mundo diferente, más igualitario, justo, pacífico y sustentable, basado en los principios de solidaridad y ayuda mutua. Una apostilla final que considero muy relevante: la interculturalidad no puede ser analizada sin tener en cuenta las relaciones de poder existentes en la sociedad, las desigualdades sociales y las discriminaciones de todo tipo.

¿Cómo se consigue eso en la práctica diaria de un aula?

Hay muchos recursos en Internet, con páginas específicas, pero la mayoría de las veces encontramos prácticas 'folklóricas' desde el modelo de la llamada 'Pedagogía del cuscús' (actividades puntuales). Lo ideal sería trabajar la intercultural en todas las asignaturas del currículum escolar, fomentar el trabajo colaborativo y formar en competencias interculturales.

¿Qué agentes son necesarios para gestionar la diversidad cultural existente?

Todos somos necesarios, sociedad, asociaciones, empresas, medios de comunicación, partidos políticos, instituciones públicas y privadas? Es una labor de toda la sociedad.