La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región de Murcia ha calificado de «increíble, frívolo e impropio de la Benemérita» el comportamiento de un sargento de la Guardia Civil que fue condenado a dos años de prisión por haberse apoderado de los 13.380 euros que había intervenido a un detenido por un doble homicidio.

Así se recoge en una sentencia al referirse a la versión exculpatoria ofrecida por este suboficial, Juan Antonio L.Q., que aseguró que el dinero lo dejó en un cajón de su mesa mientras viajaba a Barcelona, lugar de residencia del detenido, para investigar sobre la procedencia de dicha suma y por si podía proceder de un atraco.

Para la Sala, no resulta verosímil esa afirmación, porque el condenado pudo entregar el dinero en la cuenta del Juzgado instructor o en la caja fuerte del cuartel de la Guardia Civil.

El fallo del TSJ indica que la afirmación de que no entregó el dinero para llevar a cabo esa supuesta investigación «es insólita, porque el viaje a Barcelona se realiza quince días más tarde de los hechos, sin que en todo ese tiempo el autor mencione para nada la existencia del dinero».

«También porque no era preciso el contraste físico de todo el dinero con el de procedencia legítima, pues hubiera bastado con una reproducción fotográfica o con un muestreo», añade.

La Sala desestima así en su integridad el recurso que en nombre del condenado presentó el abogado Andrés Silvente, por lo que confirma la dictada por el magistrado-presidente del jurado popular ante el que se desarrolló el juicio y que condenó al suboficial como autor de un delito de malversación de caudales públicos.

La pena incluye, además de los dos años de cárcel y la de inhabilitación por seis años, que comporta la pérdida de su condición de guardia civil, el pago de una indemnización al Estado por el importe del dinero del que se apoderó.