La patronal del transporte Froet considera necesario construir un cuarto carril en la A-7 entre Puerto Lumbreras y Crevillente, a pesar de que todavía sigue pendiente la ejecución del tercer carril. El presidente de la organización empresarial, Pedro Díaz, advirtió ayer del «colapso» del tráfico que puede provocar la falta de inversión en carreteras. Durante su intervención ante la asamblea general de la Froet Díaz desgranó los problemas a los que se enfrentan los transportistas de la Región como consecuencia del retraso de la Administración central en la aplicación de normas europeas que amortiguarían la competencia desleal, como la ejercida por las llamadas ´empresas buzón´. También reclamó medidas para evitar la entrada de polizones a los camiones.

El presidente de la Froet dejó claro que no está en contra del esperado Corredor Mediterráneo para el tráfico de mercancías por carretera, pero consideró que la Administración está destinando grandes cantidades de dinero a las inversiones ferroviarias que difícilmente podrán llegar a convertirse en una alternativa al transporte por carretera, mientras que relega las obras en carreteras.

Pedro Díaz advirtió de que si continúan aplazándose obras como la ampliación de la A-7, que lleva años esperando la construcción del tercer carril desde el límite con Alicante hasta Puerto Lumbreras, «en poco tiempo podría producirse un colapso». A su juicio, la intensidad del tráfico que soporta la autovía del Mediterráneo hace necesaria la construcción del cuarto carril, que podría estar destinado al tráfico de camiones.

Pidió también más seguridad para evitar la invasión de los camiones, que origina elevados gastos y graves perjuicios a las empresas, y las amenazas a las que se enfrentan los conductores en las áreas de servicio. «Nos están robando el gasóil y la mercancía, mientras que los polizones se cuelan en los camiones. Nuestros conductores no pueden descansar con tranquilidad», dijo.

También reclamó más diligencia al Gobierno central para incorporar la normativa europea que obliga a pagar a los conductores el salario mínimo del país por el que transitan, dado que las compañías del Este de Europa que están operando en España pueden trabajar con conductores a los pagan sueldos muy inferiores sin penalización.

Añadió que los transportistas murcianos se ven obligados a contratar un agente en cada país europeo para asegurarse el cumplimiento de la normativa local, que está imponiendo cada Estado como «reinos de taifas». Aludió también a las llamadas ´empresas buzón´, que son compañías ficticias creadas en los países del Este más permisivos para trabajar en España con precios y condiciones laborales muy alejadas de las que afrontan los transportistas españoles. En el transporte escolar reivindicó que dejen de adjudicarse servicios con bajas temerarias y pidió que se tenga en cuenta la necesidad de contratar estos servicios antes de que empiece el curso, con el fin de que los usuarios no se queden desasistidos y de que las empresas no tengan que trabajar sin cobertura.