Una veintena de ayuntamientos de la Región cerraron los presupuestos 2016 con facturas en los cajones que no aparecían reconocidos en las cuentas del pasado año. En la lista de consistorios con gastos extrapresupuestarios que ha dado a conocer el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas este mismo mes hay algún consistorio menos que en la relación de 2015, aunque la Federación de Municipios ha recordado que los datos relativos al último trimestre del pasado año no son definitivos, dado que los presupuestos de los consistorios no han sido liquidados todavía. Encabeza la lista el ayuntamiento de Torre Pacheco, que aparece con una deuda de algo más de 1,5 millones por gastos sin consignación, lo que supone medio millón más que tenía en el ejercicio anterior. El segundo puesto es para La Unión, que rozaba los 970.000 euros en diciembre del pasado año. Los Alcázares se sitúa en tercer lugar, con 731.041 euros,seguido de Cartagena, con 600.515 euros; y Murcia, con 556.113. Entre los grandes municipios Lorca es el único que tenía el cajón vacío al acabar 2016.

Hacienda obliga a registrar en la denominada 'cuenta 413' los gastos realizados en cada trimestre que no contaban con una dotación presupuestaria destinada a saldar las facturas emitidas por sus proveedores. Se trata de la cuenta para 'acreedores por operaciones pendientes de aplicar a presupuesto', en la que según el Departamento de Cristóbal Montoro, deben recogerse «las obligaciones derivadas de gastos realizados o bienes y servicios recibidos para los que no se ha producido su aplicación a presupuesto siendo procedente la misma».

Los ayuntamientos con menos de 5.000 habitantes no están obligado a dar cuenta al Ministerio de Cristóbal Montoro de los pagos pendientes que no están contemplados en las cuentas municipales. En algunos casos la existencia de facturas que carecen de la correspondiente consignación presupuestaria se debe a la necesidad de afrontar gastos imprevistos cuando es preciso hacer frente a reparaciones o a indemnizaciones establecidas en sentencias judiciales con las que no contaban los consistorios.

Sin embargo, la acumulación de facturas obedece en otros casos a las penurias para afrontar los pagos a los proveedores cuando se han agotado las partidas con las que contaban y no tienen dinero para saldar las deudas.

El Ayuntamiento de Torre Pacheco, que cerró el año 2015 con una deuda pendiente en la 'cuenta 413' de casi un millón de euros, ha ido rebajando la cantidad pendiente de pago a los proveedores en los tres primeros trimestres del año. Sin embargo, al llegar el cierre del ejercicio se produjo un fuerte repunte, que elevó la deuda por encima del millón y medio. En este caso, el equipo de gobierno municipal ha recordado que solo lleva un año y medio escaso al frente del Consistorio, a raíz de la moción de censura que desbancó a la alcaldesa popular Fina Marín en noviembre de 2015, y sostiene que la mayor parte de la deuda pendiente se generó antes de la elección del actual regidor, Antonio León.

En el caso de La Unión, que ocupa el segundo puesto, se ha producido una rebaja significativa de la deuda, aunque sigue rozando el millón de euros. Este municipio cerró el año 2015 con 1.801.587 euros y llegó a rozar los dos millones en el segundo trimestre de 2016, aunque finalmente cerró el año pasado con 967.862 euros.

La mayor rebaja la ha obtenido Murcia, que ha reducido su deuda desde los seis millones de euros que llegó a alcanzar a finales de 2015 hasta los 556.000 en el último año.

Otra de las rebajas más significativas es la de Los Alcázares, que ha reducido de sus facturas de tres millones de euros a 731.041. También Cieza ha conseguido dejar los 863.470 millones que debía al cierre de 2015 en 8.933. San Javier, que llegó a rozar los 900.000 euros, acabó 2016 con casi 350.000, mientras que Albudeite se ha desprendido de la deuda de 257.771 euros. Totana ha bajado de 794.803 a 13.398. Media docena han aumentado la deuda.