Cuando el río suena, agua lleva, que diría mi abuela. Y en este caso, nunca mejor traído. Desde hace unos días y por los mentideros del agua, los rumores sobre la sustitución del presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Miguel Ángel Ródenas, van in crescendo.

Nadie acierta a decir con seguridad de dónde salen o si hay alguna razón de peso que los sustente, pero tienen revolucionado el patio del regadío. Puede que se hayan disparado tras la reciente sustitución del presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Manuel Romero, creyendo que había llegado la hora en que la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, renovara las presidencias de todos los organismos de cuenca.

Algo parecido ocurrió hace unos meses, cuando por fin Ciudadanos y otros partidos políticos propiciaron que Mariano Rajoy siguiera de presidente, y él mantuviera a Tejerina en el cargo. Se suponía que ésta iba a cambiarlos entonces, pero no fue así. E incluso corrían hipotéticas listas y quinielas con nombres de los posibles agraciados.

Parece que en esta ocasión tampoco va a ocurrir. En cualquier caso, es el nombre del posible sustituto de Ródenas que circula por estos círculos el que levanta pasiones, de uno y de otro lado: José María Bernabé, actual secretario general de la casa.

Cuentan que hay políticos y representantes de los regantes, especialmente alicantinos, que se están moviendo por las altas esferas ministeriales para dejar caer, por si cuela, el nombre de su candidato preferido para la sustitución. Y que lo hacen por «puros intereses particulares».

Los que no secundan la 'virtual' candidatura argumentan con ardor en su contra que no es una persona que despierte confianza entre el colectivo, porque desde la secretaría general «no nos están tratando bien». Tampoco gana puntos por estar imputado en el caso Novo Carthago por presunta corrupción urbanística. Bernabé ocupaba la dirección general de Ordenación del Territorio y Costas cuando se recalificaron unos terrenos protegidos junto al Mar Menor para construir una macrourbanización.

Y el protagonista de tanta 'revolución' lo tiene claro. «A los regantes les encanta sondear de vez en cuando, pero, oficialmente, no tienen razones para ello, al menos que yo sepa; nadie del Ministerio se ha dirigido a mí oficialmente», indica.

Bernabé no se sorprende de que tenga tanto promotores como detractores y dice ser consciente de que «caigo bien a algunos y otros no me pueden ni ver».

Sin embargo, quiere dejar algo claro: «Ni me promociono para el cargo, ni considero que haya razones para ello, pues Miguel Ángel Ródenas tiene todo el apoyo de la Directora General del Agua». Y concluye tajante que él es «cien por cien leal a mi presidente y amigo».