Fue un día especial en la Asamblea Regional. Diferente. «Histórico», lo calificó Miguel Sánchez, portavoz regional de Ciudadanos. Y no solo por la eliminación de aforamientos, que también, sino por otras muchas cosas que sucedieron ayer en el edificio del Paseo Alfonso XIII de Cartagena.

La primera novedad del día ocurrió en la cafetería, antes de que comenzara el Pleno. Los diputados del Partido Popular fueron convidados por el yeclano Marcos Ortuño, que celebraba, con un día de retraso, su onomástica, que se festeja el 25 de abril. Ortuño tiene fama de tacaño y le gastan bromas por ello, pero esta vez se rascó el bolsillo con gusto para invitar a desayunar a sus compañeros. Y es que tienen los populares motivos para celebrar, porque la jugada le ha salido a pedir de boca: conservan el Gobierno, Pedro Antonio Sánchez sigue en su escaño y no tienen las ataduras del acuerdo de investidura con Ciudadanos.

Fue también histórico el día de ayer por ser el primer Pleno al que acudía PAS tras su dimisión como presidente. Era el gran esperado por los fotógrafos y cámaras, pero se hizo de rogar. Apareció cuando iba a intervenir Francisco Jódar, por lo que se libró de escuchar los reproches de la oposición, especialmente de Óscar Urralburu, a quien desde la bancada popular y desde Ciudadanos acusaban de intentar haciendo méritos con Pablo Iglesias tras haberse posicionado con Íñigo Errejón en la asamblea de Vistalegre 2.

También había morbo por ver dónde se iba a sentar PAS. Ayer se ubicó en el sitio de Víctor Martínez, en el escaño más cercano a la Mesa por la derecha, justo detrás del presidente de la Comunidad. Para dejar claro que está bien presente, como máximo responsable que es del PP regional. También cambiará de sillón el futuro presidente regional, Fernando López Miras, quien ayer hizo su último servicio como secretario segundo de la Mesa de la Asamblea, en el recuento manual de los votos para elegir a los tres diputados que defenderán en Madrid la reforma del Estatuto de Autonomía.

Una votación secreta en la que, además, se reflejó que al menos dos diputados socialistas no tragan mucho a Urralburu, pues al líder de Podemos le faltaron dos votos con los que contaba en un principio, pues PSOE y Podemos habían acordado apoyarse mutuamente. «Serán los susanistas», bromeaban algunos.