La seguridad en las carreteras regionales ha mejorado sobremanera en los últimos 25 años, en los que se ha producido una reducción del 87% del número de accidentes de tráfico con víctimas. Es una de las conclusiones del Plan de Seguridad Vial de la Red de Carreteras de la Región de Murcia para el bienio 2017-2018, que ha elaborado la Consejería de Fomento e Infraestructuras, dirigida por Pedro Rivera. Se trata de un documento que radiografía la evolución del tráfico y la accidentalidad en todo el conjunto de carreteras dependientes de la Administración regional desde 1990 hasta 2015.

Así, otra de las conclusiones que se destacan es que, mientras en el año 1990 murieron en las carreteras murcianas 111 personas, la cifra descendió considerablemente en 2015, cuando fueron 15 los fallecidos por accidentes de tráfico. Asimismo, se ha pasado de registrar un total de 2.762 víctimas en las carreteras regionales en 1990 a 398 en 2015, lo que significa una reducción del 85,59%. Esto hace que la Región de Murcia cumpla con creces los objetivos que la Unión Europea fijó para el decenio 2000-2010, que obligaba a reducir en un 50% el número de fallecidos en las carreteras. El descenso de los muertos por accidentes de tráfico en la Región fue del 64%, según el documento de la Consejería de Fomento. Asimismo, para el decenio 2011-2020, el nuevo objetivo marcado por la UE se sitúa en el 50%.

Por ahora, cuando quedan tres años para que finalice el plazo establecido, la Región ya ha reducido el número de víctimas en las carreteras en un 51%, según se indica en el Plan de Seguridad Vial de la Red de Carreteras de la Comunidad.

El Plan señala que para la reducción del número de accidentes y el número de víctimas ha sido determinante la inversión realizada durante estos años en la red de carreteras, especialmente en aquellos tramos de concentración de accidentes, así como las múltiples acciones de concienciación a los conductores llevadas a cabo por las distintas administraciones públicas.

El valor más bajo de los últimos 25 años tuvo lugar en 1994, con 519 accidentes con víctimas. Hubo una tendencia al alza a partir de 1996, que afortunadamente se quebró al comienzo del siglo, para iniciarse un periodo de disminuciones de accidentes que dura hasta nuestros días, a pesar de incrementarse el parque móvil y la movilidad.

En lo que respecta al periodo 2011-2015, el Plan de Seguridad Vial detecta que se ha reducido un 32,8% el número de accidentes con víctimas y los valores de números de muertos en un 51%. Los heridos graves han bajado en un 64% y los leves, un 17%. El documento de la Consejería de Fomento llama la atención de que el mayor número de accidentes con víctimas y fallecidos se producen en las carreteras que unen pequeños núcleos de población (consideradas de tercer nivel), por lo que entiende que deben ser objeto de especial atención en los próximos años.

La tipología de accidente que se produce con mayor frecuencia en las capitales regionales en los últimos cinco años es la salida de la calzada en sus diferentes modalidades, que suponen el 45% de todos los siniestros producidos entre 2011 y 2015. Le sigue la colisión fontolateral. Respecto a las causas, la primera es la distracción (36%), seguida de las infracciones a la norma y la velocidad inadecuada.

Por su parte, en los últimos cinco años no se ha producido ninguna víctima mortal en travesías, que son aquellos tramos urbanos de las carreteras regionales que discurren por suelo clasificado como urbano por el correspondiente instrumento de planeamiento. El número de heridos, por su parte, presentó un incremento en los años 2012 y 2014, para bajar nuevamente en 2015.

Asimismo, los accidentes producidos en intersecciones durante el periodo 2011-2015, pese al importante descenso registrado, suponen todavía el 25% del total de siniestros que se producen en las carreteras de competencia autonómica.

En definitiva, pese a que los datos son buenos, todavía queda por hacer para erradicar los accidentes.