La deuda autonómica irá bajando, hasta el 24,1 por ciento del PIB en el año 2020, gracias a que la mayoría de las comunidades van a contener lo que deben, salvo Aragón, Cantabria, Extremadura y la Región de Murcia.

Fijar una quita a la que han contraído las autonomías es de momento una posibilidad, aunque por ella pujan ya con fuerza algunos gobiernos.

Madrid, la región que menos debe, se posiciona en contra de la condonación.

La Comunidad Valenciana es la que se pronuncia más claramente a favor de condonar un porcentaje de la deuda acumulada. Cuál sería ese porcentaje nos llevaría a la fase siguiente de la negociación; sería dar el segundo paso sin haber dado el primero.

Ahora toca debatir sobre la quita: ¿es necesaria?, ¿es conveniente? El consejero valenciano de Hacienda, Vicent Soler, ha llegado a asegurar que simplemente lograr que el ministro Cristóbal Montoro no descarte la opción es ya de por sí un éxito. Más allá de las variantes políticas, la valenciana es la comunidad más endeudada de España, un 42,5 por ciento del PIB regional (casi 44.000 millones de euros), lo que se explica en gran medida por la infrafinanciación histórica que viene denunciando el Gobierno del socialista Ximo Puig.

Su vecina del sur, la Región de Murcia, coincide en las causas de la expansión irrefrenable de la deuda, pero no es tan tajante acerca de la solución.

A la deuda en esa Región (de 8.300 millones de euros, un 29,1 % de su producto interior bruto (PIB) en 2016, que la AIReF sitúa en el 30,1 % en 2017, en el 31,4 % en 2018, en el 33,2 % en 2019 y en el 34,8 % en 2020) le ha pasado lo que en otras comunidades, y el Gobierno murciano lo explica bien en el correo remitido a Efe, en el que, al igual que Valencia, denuncia su histórica infrafinanciación. Se resume así: llega la crisis, bajan los ingresos, bajan los recursos y surgen los problemas para financiar servicios como la sanidad, la educación o la dependencia.

¿Qué han hecho las comunidades? Pedir dinero del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) diseñado por Montoro y endeudarse.

Sin abandonar el Mediterráneo, el Ejecutivo balear afirma a Efe que la condonación de la deuda es «una compensación razonable» debido a esa «insuficiente financiación» que la crisis, además, ha agravado.

Cataluña, un peso excesivo

Cataluña lleva años soportando un peso excesivo de la deuda. También lleva años poniéndola a dieta. El resultado es que ha logrado aligerar ese lastre, como le reconoce el Banco de España, pero el porcentaje anida por el 35,4 por ciento de su PIB, señala la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

Sin embargo, el vicepresidente y conseller de Economía, Oriol Junqueras, afirmó el pasado 30 de marzo que no tiene muy claro que la quita sea la solución.

El frente mediterráneo, por tanto, no aparece cohesionado en este aspecto, pero no muy lejos surgen adhesiones a la quita, como en Castilla-La Mancha.

Luego están los Ejecutivos autonómicos que no ven mal la quita, aunque con ´peros´. Andalucía, por ejemplo, la defendería siempre y cuando esté supeditada a la eliminación de los intereses del FLA, algo que no comparte Castilla y León, que quiere fijar un umbral de condonación de deuda sobre el volumen total de ésta, no sólo sobre la que se derive de dicho fondo.