El proyecto de Cáritas en la anterior convocatoria de Empleo con Entidades Sin Ánimo de Lucro contó con una subvención del SEF que permitió que contratara durante seis meses a siete jóvenes que no estudiaban ni trabajaban y estaban inscritos en Garantía Juvenil, apuntaron fuentes de la Consejería de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo de la Región. Transcurridos esos seis meses, Cáritas contrató definitivamente a todos los participantes de ese proyecto. Este año, el programa se pone de nuevo en marcha. La Consejería ha concedido una subvención de 348.000 euros a diez entidades sin ánimo de lucro de la Región para que contraten a 29 jóvenes. El método es el siguiente: 29 jóvenes que no estudian ni trabajan son contratados con una subvención del SEF para afrontar los costes laborales. Deben ser menores de 30 años, no estar estudiando ni trabajando, estar dados de alta como demandantes en una oficina de empleo y ser beneficiarios del Sistema Nacional de Garantía Juvenil. Las entidades subvencionadas son Cruz Roja, la Fundación Sierra Minera, Asociación de Mujeres con Discapacidad, Famdif, la Asociación para la Mediación, Asociación Rascasa, Cáritas, Asociación de Personas Discapacitadas de Lorca, Radio Ecca Fundación y Asociación para la Atención Integral de Personas con Síndrome de Down de Cartagena.

Salvador Martínez Millán, diplomado en Trabajo Social

«Los chavales se emplean a fondo para salir de la situación en la que se ven»

Responsable de una de las casas de Cáritas donde viven jóvenes tutelados, Salvador acompaña a estos jóvenes en riesgo de exclusión a partir de itinerarios de inserción sociolaboral, con los que se trabaja desde el aspecto formativo y educacional para mejorar su empleabilidad. Para este joven trabajador social, el hecho de trabajar por mejorar la vida de los que más lo necesitan es un plus de motivación para ir a trabajar, «es muy reconfortante y gratificante, porque, además, los chavales se emplean a fondo para salir de la situación en la que se encuentran». Salvador está más que agradecido al programa de Garantía Juvenil porque «es la primera oportunidad que he se me ha dado para trabajar como trabajador social y con una estabilidad. Me ha cambiado la vida». Y es que Salvador, que vivía en una pedanía de Lorca, se ha trasladado a vivir a Murcia. Es por eso que Salvador hace un llamamiento a los jóvenes: «Si cumplen con los requisitos que se piden para inscribirse en Garantía Juvenil, que no se lo piensen, en mi caso ha sido la plataforma para encontrar este trabajo», subraya.

Lorena Caselles, licenciada en Psicología

«De la noche a la mañana he pasado de estar yo sola a tener una lanzadera laboral»

A sus 28 años de edad, Lorena había tenido empleos esporádicos, pero la experiencia de tener un trabajo de mayor duración y a tiempo completo se la ha dado Cáritas, a través del programa de Garantía Juvenil del SEF. Aquí trabaja como técnico de empleo.

«¿Que cómo me ha cambiado la vida esta experiencia? De la noche a la mañana he pasado de estar yo sola moviéndome desde casa a tener la lanzadera con la que, no sólo poder entrar en el mercado laboral, sino permanecer más tiempo», explica Lorena sobre la iniciativa.

En este sentido, hace hincapié en que «esa estabilidad es la que te permite poder avanzar a nivel profesional y personal». Por eso no duda en recomendar a los jóvenes de su edad que acudan a su oficina del SEF y pidan orientación con un tutor de Garantía Juvenil. «Aunque no tengan muy clara la motivación que ha de moverles, ya irán descubriéndola. Lo importante es que empiecen a moverse, a formarse. Porque realmente la oportunidad está, los recursos están, simplemente tienen que buscarlos», manifiesta.

Rosa Maldonado, trabajadora social

«Es fundamental estar activo, con voluntariado, dándote a conocer»

Rosa Maldonado es una trabajadora social de 30 años y actualmente trabaja en los servicios generales de Cáritas Diocesana como referente de personas sin hogar ni vivienda.

Aunque ésta no ha sido su primera experiencia laboral, sí que es el trabajo que le ha proporcionado una proyección laboral a más largo plazo.

En este sentido, la joven explica que «trabajar en una entidad como Cáritas es una oportunidad muy buena que me está dando muchas satisfacciones, tanto en el terreno profesional como en el personal, porque trabajas por mejorar el futuro de otras personas».

Preguntada por cuál sería el consejo que le daría a los jóvenes de su edad que aún no han encontrado su sitio, Rosa tiene claro que «lo importante es no parar porque en el momento en el que paras te quedas fuera».

«Es fundamental estar siempre activo, ya sea con formación continua, haciendo voluntariado, dándote a conocer», destaca la chica.

«En definitiva, estar actualizado y, sobre todo, en permanente contacto con el mundo laboral en todos los sentidos», resalta al respecto.

Isaac Martínez Forte, ingeniero informático

«Garantía Juvenil te puede ayudar a encontrar un camino que no conocías»

Su trabajo en Cáritas se centra fundamentalmente en la gestión de proyectos utilizando las herramientas informáticas que actualmente están a nuestra disposición. Asimismo, es relevante evitar en lo máximo posible el uso del papel, intentar conectar toda la actividad que se desarrolla en los distintos centros que se reparten por la Región de Murcia y poder hacer un plan de comunicación más efectivo. De todo ello se ocupa este joven ingeniero de 27 años de edad.

Isaac Martínez Forte declara al respecto que «he tenido suerte de entrar en una organización donde mi trabajo tiene un desarrollo de medio a largo plazo».

Para él, lo fundamental es «que no hay que quedarse parado, por lo menos siempre seguir formándose, aunque sólo sea por el simple hecho de aprender».

«Además, esos conocimientos que vas adquiriendo te pueden ayudar a descubrir una vocación que desconocías y encontrar un camino por el que tirar y que, obviamente, eso se puede traducir en un contrato de trabajo», remarca.

Patricia Aldeguer, trabajadora social

«Al poco de inscribirme en Garantía Juvenil comenzaron a surgir ofertas»

Patricia es técnico en Orientación Socio-Laboral y presta este servicio en diferentes Cáritas parroquiales situadas en Murcia centro y, junto con la labor imprescindible de los voluntarios, acompaña a personas que se encuentran en riesgo de exclusión social en su búsqueda de empleo. Antes de empezar a trabajar en Cáritas, Patricia llevaba varios meses en búsqueda activa de empleo sin resultado. Fue a varias entrevistas de trabajo y en todas, recuerda, le repetían lo mismo: «Estás bastante cualificada pero no tienes la experiencia mínima que exigimos».

La situación para Patricia comenzaba a ser frustrante y deprimente porque, además, contaba con un año desempeñado como Trabajadora Social en un ayuntamiento. «Hasta que asistí en mi pueblo a una charla sobre Garantía Juvenil y descubrí que había otra posible salida. Al poco de inscribirme, comenzaron a surgir ofertas. Por eso, puedo decir que el programa de Garantía Juvenil para mí ha supuesto poder alcanzar al fin una estabilidad laboral y en el sector para el que he estudiado y por el que siento una gran vocación», narra.