Los agricultores del Campo de Cartagena ven peligrar el 50% del arbolado de la comarca ante la falta de soluciones del Ministerio de Medio Ambiente a las necesidades del regadío, tras la reunión convocada ayer en Madrid en respuesta a las 29 horas de bloqueo de la ciudad de Murcia. El secretario general de Coag, Francisco Gil, reprocha al departamento de Isabel García Tejerina que anuncie la puesta en marcha de los estudios de impacto ambiental para acometer las soluciones previstas nueve meses después de que se cortaran los vertidos al Mar Menor y advirtió de que «ya pueden ir preparando la declaración de zona catastrófica». También el secretario general de UPA, Marcos Alarcón, consideró que las actuaciones a poner en marcha ahora podrían haber arrancado en julio del año pasado y lamentó que la Confederación Hidrográfica del Segura no solo no permita utilizar «los pozos abiertos al amparo de decretos de sequía, sino que obligue a inutilizarlos». La frustración de los agricultores puede traducirse en nuevas movilizaciones, que se decidirán a partir de la próxima semana, cuando se celebren las asambleas previstas para dar a conocer el resultado del encuentro de ayer en Madrid.

Por el contrario, los ecologistas y las organizaciones de vecinos que acudieron al encuentro se muestran satisfechos ante el calendario ofrecido por el Ministerio para articular las actuaciones recogidas en lo que llama «el esqueleto» de un plan que dará a conocer el día 30 y que irá consensuando a lo largo del mes de mayo. Según explicó la representante de Ecologistas en Acción Julia Martínez, este colectivo, al igual la Plataforma del Mar Menor, las asociaciones de vecinos y la Cofradía de Pescadores agradecen que Medio Ambiente se comprometa a hacer rigurosos planes de impacto ambiental de todas las actuaciones en proyecto antes de su ejecución.

El plan será cotejado con la Comunidad Autónoma el 15 de mayo y a finales del próximo mes será sometido a las valoraciones de las organizaciones representadas en la reunión de ayer.

Al encuentro asistieron las directoras generales del Agua, Liana Ardiles; y de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, Raquel Orts; y el responsable de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural, Javier Cachón. Según explicó el dirigente de Coag, los altos cargos del equipo de García Tejerina dejaron claro que se trataba de una «reunión técnica».

Francisco Gil y Marcos Alarcón lamentaron que nueve meses después del primer encuentro con el Ministerio en el que se planteó la necesidad de buscar alternativas para el regadío tras el sellado de las tuberías de salmuera que vertían a la rambla del Albujón empiece a echar a andar el plan concebido para compatibilizar la regeneración del Mar Menor con la supervivencia de la agricultura, que necesitará meses para su desarrollo.

Gil advirtió de que este retraso puede suponer la pérdida del 50% del arbolado. «Pueden ir preparando la declaración de zona catastrófica», señaló. La única alternativa que vislumbra el secretario de Organización de Coag es adelantar al máximo la construcción de tuberías para conducir los vertidos de salmuera de las plantas de riego a las depuradoras de los municipios del Mar Menor, que estarían en condiciones de eliminar los nitratos para evitar que lleguen a la laguna. Recordó igualmente los regantes tienen autorizados 104 hectómetros cúbicos y dijo que «queremos que se pongan todos los mecanismos en marcha para poder reutilizar ese agua». Por su parte, Marcos Alarcón consideró un avance positivo la existencia de «un calendario y de un compromiso del Ministerio». El secretario de UPA espera que los caudales del Trasvase y los pozos de Calasparra sirvan de alguna ayuda.