Alejandro de Pedro, considerado uno de los cabecillas de la trama Púnica, es la persona que ha metido en un lío al expresidente regional Pedro Antonio Sánchez, como ya lo hizo antes con el exconsejero Juan Carlos Ruiz, los dos políticos que, allá por el año 2014, eran los principales valores del Partido Popular en la Región en el nuevo ciclo político que se abría tras la marcha de Ramón Luis Valcárcel al Parlamento Europeo, tras 19 años al frente del Ejecutivo murciano.

Alejandro de Pedro era consultor de comunicación, propietario de empresas que, aprovechando el tirón de las nuevas tecnologías, ofrecían a políticos de toda España limpiar y mejorar su reputación en Internet. A la Región de Murcia llegó de la mano de su socio José Antonio Alonso, quien pese a haber sido alcalde socialista de Cartagena, tenía acceso a los cargos públicos del PP regional, que gobernaba la Comunidad y la mayoría de ayuntamientos en aquella época, gracias a su estrecha relación con su sucesora en la ciudad portuaria, Pilar Barreiro.

Juan Carlos Ruiz y Pedro Antonio Sánchez cayeron en la trampa (por lo menos así lo considera, al menos, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, instructor del caso Púnica), lo que ha hecho que sus carreras políticas se vean truncadas. Bien les hubiera venido a los dos escuchar las advertencias que hacía sobre Alejandro de Pedro un trabajador de la Comunidad, concretamente del Instituto de Fomento, Ignacio Cobreces, quien en aquellos años era responsable del área de márketing y competitividad del Info. No dio muy buenas impresiones sobre el supuesto conseguidor de la Púnica cuando su entonces jefa, Reyes Samper (a quien también costó el puesto el caso) le pidió referencias sobre el mismo.

En uno de los correos del sumario del caso Púnica, hechos públicos por Velasco, este trabajador del Instituto de Fomento comunica a la entonces directora que, tras realizar distintas averiguaciones sobre Alejandro de Pedro en Internet, «no parece, francamente, que este caballero tenga la capacidad ni recursos para proponer un posicionamiento del Info».

Ignacio Cobreces adjunta en su correo a Reyes Samper tres páginas web relacionadas con Alejandro de Pedro. En la primera de ellas, la de la empresa que trataba de vender sus productos a la Comunidad (EICO), «no existe o está en 'obras'». La segunda referencia que encontró el empleado del Instituto de Fomento fue la web personal del supuesto conseguidor, la cual, lejos de gustarle, despertó todavía más suspicacias en él. «Se aprecian, en un texto muy corto, como una veintena de faltas de ortografía, aparte de problemas de sintaxis notables. Esto, más que nada, lo digo porque difícilmente se puede posicionar a algo/alguien en Internet sin tener los cimientos básicos». «Si los servicios que dice ofrecer se corresponden con la imagen que da, mal asunto», concluía, tajante, el responsable del área de marketing y competitividad del Info en el correo electrónico remitido a su directora.

A la vista está que no le hicieron caso, y que la empresa de Alejandro de Pedro le sacó un contrato a la Consejería de Juan Carlos Ruiz y estaba a punto de hacerlo con la de Pedro Antonio Sánchez, según entiende el juez Velasco, que detalla los contactos que el supuesto cabecilla de Púnica tenía con David Conesa, asesor de confianza de Pedro Antonio Sánchez, con quien, según indica en la exposición razonada enviada por Velasco al TSJ, había cerrado un acuerdo que fue abortado por el estallido de la operación policial que llevó a la cárcel a los miembros de la trama, entre ellos Alejandro de Pedro y José Antonio Alonso.

En la exposición razonada, además, se adjunta un documento del rastreo del teléfono móvil de De Pedro, intervenido por la Guardia Civil, que lo sitúa en las inmediaciones de la Consejería de Educación tres días antes de las detenciones. Ese día, según el juez, fue el que se cerró el acuerdo para la reputación de PAS.

Para colmo, a Reyes Samper se le coló el email en el que el funcionario dudaba de la profesionalidad de De Pedro en una de las comunicaciones que la cesada directora del Info mantuvo con el presunto conseguidor. «He sido copiado en este email (que te reenvió), entiendo por error. En cualquier caso creo que se hace necesario que aclaremos estas circunstancias dado que entiendo que esta persona tras el estudio que ha realizado (tan exhaustivo) en Internet desconoce la obligada discreción que una empresa de estas características a de tener y desde luego personalmente supieras que en mis 15 años de dedicación a la reputación online y consultoría de comunicación estratégica nunca he tenido con mis mas de 100 clientes públicos de la más alta responsabilidad y mis mas de 10 clientes del Ibex español ningún problema de credibilidad», escribía textualmente De Pedro a Samper. «Te pido disculpas en su nombre pues es una persona leal y capaz y no conoce de los detalles de la reunión», respondía Samper para cerrar la crisis.

Si tanto Ruiz como Pedro Antonio Sánchez hubieran hecho caso de las advertencias del trabajador del Info, la situación política y personal de los dos sería muy diferente.