Más del 25 por ciento de todas las consultas que se realizan en los servicios de medicina de familia en la Región están relacionadas con problemas de depresión y ansiedad, según los datos registrados por la Dirección General de Asistencia Sanitaria del Servicio Murciano de Salud. Esta cifra «da cuenta de la importante implicación de la Atención Primaria en el diagnóstico y tratamiento de este tipo de patologías», de las que los pacientes son tratados en los propios centros de salud, sin tener que ser remitidos a los recursos específicos de Salud Mental, según informó ayer la consejera de Sanidad en funciones, Encarna Guillén, en su visita a la sede del Teléfono de la Esperanza en Murcia.

La Consejería de Sanidad cuenta con una 'Guía de práctica clínica de los trastornos depresivos' para orientar a los profesionales en estos tratamientos, tanto por Atención Primaria como Salud Mental. Guillén recordó que la Región dispone de un importante número de recursos asistenciales específicos, «entre los que cabe destacar 16 centros de salud mental, seis unidades de hospitalización psiquiátrica, y cuatro de rehabilitación, además de atención domiciliaria».

Durante 2016, estos servicios atendieron en sus diferentes programas asistenciales (adultos, Infanto-juvenil y drogodependencias) a 67.000 murcianos, que realizaron más de 500.000 consultas, de los que casi 19.000 se debieron a cuadros de depresión y ansiedad, precisando alrededor de 130.000 consultas a lo largo de todo el año.

Día Mundial

Precisamente ayer se celebró el Día Mundial de la Salud que conmemora el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que este año centra su campaña en la depresión, incidiendo en el mensaje de que esta enfermedad tiene tratamiento, como la psicoterapia y la medicación, y se puede prevenir. La depresión se caracteriza por una tristeza constante, incapacidad para trabajar o estudiar, disminución del apetito y del sueño, y una sensación general de falta de esperanza durante un periodo de más de dos semanas.

«Es importante subrayar que la depresión puede afectar a cualquiera, a personas de todas las edades y condiciones sociales, y de todos los países, y no es un signo de debilidad. Se puede prevenir y tratar, por lo que comprender mejor qué es y cómo atajar y abordarse, está reduciendo la estigmatización que lleva asociada, y ya hay un aumento del número de personas que piden ayuda», indicó Guillén.