La cabecera del Tajo ha experimentado una reducción «muy importante» de sus recursos hídricos, a casi la mitad, por lo que lo que se proyectó para el Trasvase hace años «ya no sirve». Se ha pasado de los 1.100-1.200 hm3 de aportaciones a los embalses a no más de 700-800 anuales.

Esta situación «no es de sequía, sino permanente». Así lo dejó claro ayer Francisco Cabezas, director de la Fundación Instituo Euromediterráneo del Agua, quien participó en el I Encuentro por el Agua organizado, con motivo del Día Mundial, por la Universidad de Murcia, Aguas de Murcia y la Fundación Séneca, y que estuvo centrado en el impacto del cambio climático en los recursos hídricos.

El experto en la materia apuntó que el consenso mayoritario es que habrá menos recursos hídricos en todo el sur de Europa, y sobre todo en la cuenca del Segura y en la Región de Murcia. «El hecho aceptado es que serán menos y se reducirán en algunos periodos del año más que en otros», dijo, añadiendo que sobre cantidades concretas hay mucha incertidumbre, pero «se habla de porcentajes relevantes».

«En zonas donde ya hay recursos escasos el impacto de esta reducción es crítico», como en la cuenca del Segura y, reiteró, el Trasvase del Tajo.

En referencia al sistema del Trasvase, Cabezas apuntó que los regantes no van a poder contar con más de 200 hm3, frente a los 400 de dotación que necesitan y que tienen fijados por ley.

«Estamos hablando de la mitad de agua, y de un sistema que está ya totalmente desarrollado, con los regadíos en producción, los canales comerciales y la distribución de esos productos abiertos...», advirtió, dejando claro que «esta situación es insostenible» a corto y medio plazo.

Las soluciones: O se reduce la demanda o aumentamos los recursos o una combinación de ambas. «Mantener el statu quo actual no se puede porque generará tensiones y discusiones cada vez más fuertes de unos contra otros», apuntó Cabezas, descartando que la solución esté en las medidas de emergencia como los pozos de sequía o las cesiones de agua.

«Aunque son correctas y salvan hasta ahora la situación, tienen una eficacia limitada y no solucionan el problema en su globalidad», insistió el experto, que participó en la redacción del Memorándum del Tajo y forma parte de la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura.

En referencia a la búsqueda o aportación de nuevos recursos, el director de Instituto Euromediterráneo del Agua opinió que no sólo se puede centrar en la desalación, y que aún hay «cierto margen de maniobra» para que desde otras cuencas se aporten los recursos que le faltan al Segura y al Trasvase.

Por ello, lo que está por venir es «claridad en las decisiones políticas que se adopten y ser consecuente con los escenarios económicos, pues el sistema de subvenciones indefinidas tiene los días contados, entre otras cosas porque es insostenible y es contrario a la normativa comunitaria y al sentido común», subrayó.

No dejar eso claro desde el principio sólo crea «soluciones ficticias», en opinión de Francisco Cabezas.

«Y visto todo esto, ya ha llegado el momento de dimensionar nuestro sistema con estas limitaciones y ser valientes en las decisiones que se adopten: o hacemos una reconversión agrícola o hacemos una redotación de recursos», concluyó deseando que el Pacto del Agua sea una realidad este año, con soluciones globales.