Son jóvenes, son murcianos y tienen algo en común: un día decidieron coger la maleta y marcharse en busca de una vida mejor a Reino Unido. Ahora, todos residen en Londres, ciudad que ayer se vio golpeada por el terror. Por suerte para ellos, ninguno estaba en la zona exacta en la que se produjo el ataque. Lo cual no quita que sintiesen inquietud ante lo que estaba ocurriendo.

Es el caso de Laura Martínez Ruiz, estudiante de 26 años. «Estoy bien y las personas de mi alrededor también. Nadie estaba por la zona en el momento en que ha ocurrido. Yo me he enterado por familiares desde España, que me han preguntado», indica la joven, que actualmente estudia en la universidad para ser matrona.

«He cogido el metro y el bus sin problema, sin retrasos, nada raro. Sólo en la zona en la que ha ocurrido se ha notado. Todas las demás zonas de Londres funcionan a la perfección», dice.

En cuanto al ambiente que percibía tras el ataque, lo tacha de «normal, como si nada hubiese pasado. Estaba saliendo de clase y cogiendo el metro cuando me he enterado. Este tipo de cosas son de esperar en las ciudades grandes de Europa, por desgracia».

También trabaja ahora en la capital inglesa José Andrés Guerrero, de 26 años. Licenciado en Empresariales, es assistant manager.

«Vine primero para aprender el idioma, pero ya llevo casi dos años aquí trabajando. Yo estoy en el trabajo y la gente habla mucho sobre el atentado», contaba a LA OPINIÓN ayer por la tarde. «Yo me enteré por mi novia, que trabaja en las inmediaciones de Waterloo, cerca del Big Ben. Hay desconcierto, la gente no sabía qué estaba pasando», relata el joven.

«Hay miedo a que no sea el único ataque. Y el miedo de la gente aquí siempre es en el metro y los trenes, ya que aquí la gente utiliza muchísimo esos medios de transporte. Y, bueno, si pasa algo en esos sitios, no sabes cómo salir. Supongo que la gente se estará pensando mucho el entrar al metro o coger otra vía que los lleve a casa. La Policía está por toda la ciudad con las sirenas encendidas y los helicópteros están peinando la zona», apuntaba José Andrés.

Por su parte, Irene Brotons, de 24 años, admitía estar «preocupada por lo que pueda pasar y un poco desconcertada, porque no se sabe bien qué ha pasado. Hay de todo: personas asustadas al no saber bien qué ha pasado, pero que siguen haciendo vida normal, y otras que han regresado de sus trabajos y no salen a la calle».

Broton trabaja como aupair (niñera) desde noviembre. «En ese momento me encontraba en la casa de la familia. Pero el domingo estuve allí mismo y me ha impactado bastante», señala.

Alberto García Roca, de 22 años, estaba en su casa trabajando en el momento del atentado y se enteró del ataque por una amiga que estaba en España. «Tras buscar un poco de información he llamado a un par de amigos que tengo aquí para saber si estaban bien», comenta. Su madre y su hermano fueron los dos primeros familiares en llamarle desde Murcia para preocuparse por su estado. Alejandro Escribano, su compañero de piso y también murciano, estaba en clase cuando Alberto le llamó para contarle el suceso. Alberto es estudiante de Composición Musical con una estancia en Londres de tres años, es integrante del grupo Alien Tango, que tocará en el festival WAM y en el Primavera Sound. Alejandro, por su parte, estudia Ingeniería de Sonido.

Luis Expérito Ela Ayacaba, de 26 años, guineano afincado en Santomera, estaba en un descanso de su trabajo como ayudante de cocina justo delante de la National Gallery, a un kilómetro y medio de Westminster, cuando vio helicópteros y aglomeraciones de personas que se acercaban hasta la zona del atentado. No llegó a oír los disparos. «Siendo un lugar turístico, y encima céntrico, ha sido un caos. Mucha gente ha comenzado a acercarse hasta el lugar del atentado para saber de primera mano qué había ocurrido». Luis volvió al trabajo tras el descanso.