La patronal murciana aplaude la decisión del Gobierno regional de suprimir el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que desaparecerá en 2018, tal y como publicaba ayer La Opinión, y reclama también la eliminación del Impuesto de Patrimonio. Por el contrario, la Asociación de Técnicos de Hacienda (Gestha) advirtió de que los 55 millones de euros aportados por Sucesiones al presupuesto de la Comunidad en 2016 tendrán que ser sufragados por la totalidad de los contribuyentes, si los herederos dejan de pagar.

El presidente del Gobierno regional, Pedro Antonio Sánchez, avanzó el sábado su intención de eliminar el Impuesto de Sucesiones durante su intervención en el congreso del PP, mientras que el consejero de Hacienda, Andrés Carrillo, precisó que la reforma se aplicará en 2018.

La Croem respondió ayer al anuncio del Gobierno con un comunicado en el que dice que «ha sido muy bien recibido por los empresarios murcianos». Recuerda que su presidente, José María Albarracín, «ha venido demandando desde el inicio de la legislatura la supresión de este impuesto, que siempre ha considerado injusto y gravoso para la economí­a regional». La organización empresarial apunta que «la supresión de cargas fiscales que soportan las empresas y las familias será un acicate para la recuperación y para la creación de riqueza y empleo. La Croem seguirá en sus demandas, ya que aún está pendiente la supresión del de Patrimonio», añade la nota.

Por su parte, el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, advirtió de que la pérdida de los ingresos aportados por Sucesiones, que han bajado de los casi 100 millones de 2014 a 55 en 2016 con las bonificaciones ya en vigor, obligará a «repercutir la recaudación entre todos los contribuyentes a través de otros impuestos». A su juicio, Sucesiones «tiene un carácter redistributivo», por lo que su desaparición originará «una mayor acumulación de riqueza en manos de las familias que más tienen». Mollinedo niega que pueda culparse al Impuesto de las renuncias a las herencias que se están produciendo desde el inicio de la crisis. El dirigente de Gestha explicó que las renuncias en Murcia han subido del 3,6% de 2008 al 13,8% en 2015, mientras que en Madrid, donde no se aplica Sucesiones, alcanzaron el 10,4% en 2015. En su opinión, la causa de que los herederos prefieran perder los bienes de su familia «son las hipotecas y las cargas que deberían asumir, cuando no pueden hacerles frente porque tienen sus propias hipotecas».

Murcia enciende el debate en otras regiones

El anuncio del Gobierno regional de que suprimirá el Impuesto de Sucesiones en 2018 ha encendido la polémica en otras comunidades. El debate en torno a este impuesto ha ido en aumento en Andalucía, que tiene los coeficientes más altos de España. El Gobierno andaluz ha transigido en aumentar el límite mínimo heredado para empezar a tributar, pasando de 250.000 a 300.000 euros, a propuesta de C´s. Además, su presidenta, Susana Díaz, ha trasladado al ministro de Hacienda su intención de renunciar a la gestión de este impuesto en favor del Gobierno. En Asturias, el Principado y el PP están negociando elevar el mínimo exento de tributación a 300.000 euros para los hijos y otros herederos directos del fallecido. Desde enero el mínimo exento está en 200.000 euros en el Principado.