En la Región existen 847 menores con licencia para portar y disparar armas, según datos de la Guardia Civil, ya que poseen la Autorización Especial de Uso de Armas para Menores (AEM), que los habilita para actividades de caza o deportivas que tengan reglada la categoría junior. Como medidas de seguridad, se les exige que vayan acompañados de un mayor de edad, que también posea licencia de armas y que se comprometa a vigilarlo. El Capitán de la Guardia Civil, Antonio Munuera, responsable de la unidad de Intervención de Armas y Explosivos (IAE) de Murcia, explica que durante el verano muchos menores aprovechan para examinarse, «ante la posibilidad de practicar caza o tiro olímpico, o heredar armas de familiares».

En esta línea, la Guardia Civil ha observado en los últimos años un mayor acceso de la mujer a la tenencia de armas también por «motivos sentimentales», asegura el capitan Munuera. « Fallece el poseedor del arma y la acaba heredando un familiar pero normalmente las mujeres participan más en deportes de tiro olímpico o por la sensación de seguridad subjetiva derivada de la tenencia de un arma en el domicilio», según el responsable de la IAE.

En la comunidad hay a día de hoy 3.826 armas cortas registradas y 90.582 armas largas. Respecto a las licencias expedidas, hay vigentes 83.650, de las cuales el 90 por ciento son para caza mayor y escopetas de cacería (tipo de licencia E y D), y de tipo F, es decir, para tiro olímpico, 2.800 permisos.

Entre los requisitos están reunir aptitudes psicofísicas, acreditar la dedicación a la actividad para la que vaya destinada el arma (seguridad privada, caza, deporte, coleccionismo), carecer de antecedentes contrarios a la seguridad ciudadana y superar pruebas reglamentadas en función del tipo de licencia. Estas condiciones, según la Guardia Civil, se han de mantener durante toda la vigencia de la licencia, «la pérdida de alguna de ellas puede ser motivo para su revocación. De hecho cada año vienen siendo revocadas alrededor de un centenar de licencias».

Armas de guardaespaldas

Entre las licencias concedidas a los miembros de vigilancia de seguridad o escoltas, tipo C, existen 940 permisos. Mientras que 476 licencias son del tipo B, en su mayor parte para personal que acaba de desvincularse de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o Fuerzas Armadas. La mera defensa de los bienes no se justifica para la tenencia de armas, en esto la ley española es bastante restrictiva, porque considera que entraría en competencia con la seguridad privada. «En nuestra sociedad existen mecanismos de protección, si armamos a todo aquel que se encuentra en riesgo, estaríamos haciendo una competencia desleal al sector de la protección privada», avisa el Capitan Munuera. «La legislación española es de las más restrictivas de la Unión Europea en el uso y tenencia de armas debido a la experiencia que tenemos con el terrorismo».