El Partido Popular de la Región ligó ayer su futuro al de Pedro Antonio Sánchez, que fue elegido presidente de la formación política con el apoyo del 93,52% de los compromisarios que asistieron al XVI Congreso Regional, que se celebró en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia. Los populares dejaron una imagen de absoluto cierre de filas con su líder regional, lanzando a la sociedad murciana el mensaje de que confían plenamente en su honradez y en su inocencia, ante las acusaciones que pesan contra él por los casos Púnica y Auditorio.

Pedro Antonio Sánchez sustituye así a Ramón Luis Valcárcel, quien ha presidido el PP de la Región desde 1993. Para esta nueva etapa, el presidente ha elegido a la concejala murciana María del Carmen 'Maruja' Pelegrín como secretaria general, una decisión que sorprendió a una buena parte de los asistentes al cónclave, pues todos se enteraron en el momento en el que lo anunció el presidente desde la tribuna. Es la primera mujer que accede a la secretaría general del PP y supone un guiño de Sánchez a la organización en el municipio de Murcia, pues en todos estos años de Valcárcel, salvo en los dos últimos, el número dos había sido Miguel Ángel Cámara.

Además, el nuevo presidente del PP, siguiendo los pasos de Rajoy, ha creado el cargo de coordinador general, que ocupará el vicesecretario segundo de la Asamblea, Fernando López Miras, con unas funciones similares a las que tiene Fernando Martínez-Maillo, que fue el representante de Génova en el cónclave murciano.

La cúpula popular se completa con cinco vicesecretarios. Joaquín Buendía, alcalde de Alcantarilla, será responsable de Electoral. La alcaldesa de San Pedro, Visitación Martínez, se ocupará de Política Municipal, mientras que la secretaria general de la Consejería de Presidencia, María Robles, será la vicesecretaria de Electoral. Además, Pedro Antonio Sánchez recupera a Francisco Bernabé para el partido, al frente de la vicesecretaría de Acción Política, mientras que mantiene a la alcaldesa de Archena, Patricia Fernández, como máxima responsable de Comunicación.

Víctor Martínez será el portavoz, en un Comité Ejecutivo formado por 22 personas, donde no hay consejeros y en el que están la mayoría de alcaldes y portavoces municipales del Partido Popular en los distintos ayuntamientos. También se ha creado el Comité Municipal, con el alcalde de Murcia, José Ballesta, a la cabeza. Ballesta fue el presidente de la Mesa del Congreso popular y elogió a PAS como «el líder del PP en el siglo XXI».

Pedro Antonio Sánchez tuvo dos intervenciones. La primera, para presentar su candidatura, estuvo más centrada en el PP, donde milita desde los 14 años («tengo 41 años y he pasado más tiempo de mi vida dentro de este partido que fuera») y del que no se va a marchar nunca. «Soy, seré y me moriré siendo del PP».

El jefe del Ejecutivo defendió las reformas introducidas en este congreso, con unos nuevos estatutos que «refuerzan la participación de los afiliados y la dación de cuentas de los cargos públicos» y reivindicó su honradez frente a las acusaciones de corrupción. «No podría mirar a la cara a los 36.000 militantes si no tuviera la conciencia tranquila», indicó, levantando el mayor aplauso de la mañana entre los asistentes.

El presidente endureció su discurso cuando se refirió a la oposición. Advirtió que el PP regional «tiene enemigos que no descansan ni van a descansar» y, aunque sin citarlo, arremetió contra el secretario general del PSRM-PSOE, Rafael González Tovar, «quien quiere llegar al Gobierno desde las alcantarillas de la democracia, agarrándose a mi cuello». «No es digno de presidir esta Región», señaló el presidente, que calificó a Podemos como un partido de «comunistas faltones» y definió a la izquierda como «butroneros de la democracia que quieren robar la voluntad de los murcianos».

Sobre los casos judiciales que tiene pendientes, Pedro Antonio Sánchez auguró un escaso recorrido en los tribunales, «porque son los de siempre, haciendo lo de siempre, que va a acabar como siempre». «Los malos no pueden ganar y no van a ganar», advirtió el jefe del Consejo de Gobierno.

Una vez elegido presidente del PP, lo primero que hizo Pedro Antonio Sánchez fue rendir tributo a su antecesor, Ramón Luis Valcárcel, al que ha designado presidente de honor del PP en la Región de Murcia. «El mejor homenaje que le podemos hacer a Valcárcel es que este partido no deje de ser una herramienta útil para el millón y medio de murcianos». Este discurso estuvo más centrado en la gestión del Gobierno regional que preside y que, a tenor de sus palabras, no tiene intención de dejar de presidir. Anunció ya que su intención para el próximo año, 2018, es la completa eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en la Región, que su Ejecutivo redujo ya al 60% en el primer mes de la legislatura.

Reducir las cargas burocráticas y hacer de Murcia «el espacio de mayor libertad económica de España» serán los objetivos del Gobierno en los próximos años, en los que también espera que se consiga el tan ansiado pacto nacional del agua. «Tenemos un gran aliado en Madrid, que es Mariano Rajoy, y lo vamos a aprovechar». Señaló que las máquinas ya están trabajando para la regeneración de la Bahía de Portmán y que las obras en la Variante de Camarillas avanzan a buen ritmo.

«¿Habéis visto el Mar Menor?», preguntó el presidente de la Comunidad a los compromisarios e invitados presentes en el Auditorio. «Se está aclarando gracias al PP», señaló. «Les puedo asegurar que este Gobierno se levanta cada mañana con la obsesión de cuántos empleos va a crear ese día. Eso es el PP, el partido con el que mejor se sirve a España y a Murcia», concluyó el presidente popular.