Los participantes en el acto celebrado ayer en el salón Promenade de Murcia vivieron una experiencia diferente, dado que por primera vez fueron los representantes políticos invitados los que se quedaron sentados mientras escuchaban las reivindicaciones de los empresarios.

Aseguraban que «no van contra nadie, pero no quieren quedarse atrás». Fue un encuentro en el que el discurso empresarial, de la sociedad civil, no se mezcló con las declaraciones políticas, que no tuvieron voz en esta cumbre, aunque sí quisieron con su presencia apoyar las demandas de los convocantes. Entre ellos, estuvieron el alcalde de Murcia, José Ballesta; y los consejeros de Economía y Fomento, Juan Hernández y Pedro Rivera, respectivamente.

Los empresarios se quejaron que «las grandes capitales de España están en la Edad de Piedra del ferrocarril» y están dispuestos a repetir la experiencia. «Es demasiado importante para dejarlo pasar», aseguró el pendiente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda. Sin embargo, sus quejas deben haber empezado a hacer efecto, porque ayer por la tarde consiguieron una respuesta del Ministerio de Fomento, que volvió a negar el desvío de fondos del Corredor Mediterráneo a Madrid y afirmó que todos las obras tienen unos plazos y unas partidas comprometidas.