El catedrático de Ecología y portavoz del Comité Científico del Mar Menor, Ángel Pérez Ruzafa, manifestó ayer que un grupo de expertos de este grupo está haciendo una analítica a las arenas extraídas de la Gola de Marchamalo para comprobar la concentración de metales pesados -como cadmio, zinc y plomo- , y de su biodisponibilidad.

El científico apuntó que «una cosa es que estén, y otra cosa es que estén biodisponibles y puedan pasar a redes tróficas. Los niveles de metales están en toda la sierra de Portmán, Calblanque y el Mar Menor».

Ruzafa hizo estas declaraciones a raiz de los resultados de los análisis realizados por unos laboratorios para la Demarcación de Costas del Estado, organismo que ha dragado la gola para utilizar las arenas en la regeneración de playas.

En las conclusiones de este informe se apuntaba que no eran aptas para utilizarlas en la regeneración apuntando que tenían altos contenidos en metales pesados y arsénico.

Sin embargo, los laboratorios en cuestión matizaron ayer que la ubicación de las arenas analizadas no se correspondía a la gola en sí, como también apuntó el Ministerio de Agricultura.

«Los puntos de toma de muestras analizadas están perfectamente referenciados mediante coordinadas UTMETRS89 y señalados en un mapa, y ninguno se corresponde a la gola, sino que están a más de 600 metros de ésta», apuntan en un comunicado.

Añaden que en cualquier caso se trataba de un informe provisional y que la confusión se ha debido a una «mala denominación» en el informe de las muestras tomadas.