Tras la reunión del Consejo de Gobierno, Arroyo ha mostrado su satisfacción por esta resolución judicial del magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJ) Enrique Quiñonero, que investigaba si existía un presunto delito de prevaricación administrativa en el traslado y posterior demolición de la Escuela Infantil del barrio de La Paz de Murcia.

La portavoz del Ejecutivo ha afirmado que: "Ahora nos tomaremos unas cañas con Adela Martínez-Cachá porque confiábamos en ella". También ha señalado que por este tipo de cuestiones "hay que dejar trabajar a la justicia y no precipitar las cosas".

Por su parte, la consejera murciana ha denunciado que este tipo de peticiones (la dimisión) se deben a estrategias políticas y ha criticado que se lleven a cabo juicios paralelos.