Los datos de las personas desaparecidas en la Región los manejan principalmente la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas QSDGlobal (colectivo que dirige el periodista Paco Lobatón) y la asociación SOS Desaparecidos, con sede en Caravaca de la Cruz. El caso abierto más antiguo del que se tiene constancia en la Región es de 1986, y es el del niño de Somosierra: Juan Pedro Martínez, de 10 años, cuyo rastro se pierde después de que el camión en el que viajaba con sus padres sufriese un accidente.

SOS Desaparecidos está coordinada desde la Ciudad Santa por Francisco Jiménez. Trabajan en el ámbito mundial, dado que una persona desaparecida en la Región podría llegar a aparecer en otro continente. Actualmente el presidente de la asociación es Joaquín Amills, padre de un chico del que no se tiene noticia desde 2008. Este joven tenía 23 años cuando se pierde su pista en el puerto de Carboneras.

Desde SOS Desaparecidos también ofrecen «asesoramiento jurídico gratuito» a las personas que no saben qué cauce tomar en la búsqueda de un allegado del que no tienen noticias.

Francisco Jiménez explica que su asociación sobrevive «sin que nadie nos dé dinero, sin ninguna subvención», algo que les permite «ser independientes y libres» a la hora de trabajar. Sí aceptan donaciones para continuar con su labor. Su página web es sosdesaparecidos.es. Hace unos meses, miembros de este colectivo estuvieron en el Parlamento Europeo. Piden, por ejemplo, que se establezca una base de datos conjunta a la que tengan acceso tanto las autoridades españolas como la Interpol.