Los secretarios generales de PSOE y Cs en la región de Murcia, Rafael González Tovar y Miguel Sánchez, respectivamente, se verán el "martes o miércoles" de la semana próxima para empezar a negociar un posible nuevo gobierno autonómico ante la ruptura del pacto de investidura entre el PP y el partido naranja.

El líder de los socialistas murcianos y portavoz del grupo parlamentario ha adelantado el miércoles como fecha más probable para el inicio de las conversaciones tras haber recibido hoy una llamada telefónica de su homólogo de Ciudadanos.

No obstante, ambos coincidirán el martes en la reunión de la junta de portavoces del Parlamento, por lo que podrían aprovechar su presencia en el legislativo para abrir la negociación de una eventual moción de censura, como se apuntó ayer desde la oposición al conocerse la negativa del presidente, Pedro Antonio Sánchez, a dimitir.

Según González Tovar, el lunes no es el día más indicado para que la oposición abra el diálogo porque es la fecha en la que el presidente ha sido citado a declarar por el magistrado Julián Pérez Templado por los presuntos delitos de prevaricación, malversación, fraude y falsedad en el caso Auditorio de presunta corrupción urbanística que investiga a una veintena de personas relacionadas con la construcción del auditorio de Puerto Lumbreras en la época en la que Sánchez era alcalde de la población.

"El lunes es el día en que Sánchez se sentará en el banquillo para defenderse y entendemos que es un día inhábil para negociar", ha dicho González Tovar, quien ha empezado ya junto a su equipo a "cruzar" los programas con los que su partido y Cs concurrieron a las autonómicas de 2015 en busca de coincidencias que hagan posible un gobierno "estable" para los próximos dos años.

"No queremos eternizar este proceso porque la situación que está viviendo Murcia nos preocupa", ha añadido el líder socialista, quien descarta en esta primera fase de diálogo reuniones a tres bandas entre PSOE, Cs y Podemos.

El secretario general del PSOE de la región ha ofrecido "responsabilidad y tranquilidad" a los murcianos, que están siendo sometidos, según sus palabras, a un "proceso de desgaste de imagen, de marca Murcia y de honorabilidad" que, para él, "merece que nos pongamos de acuerdo y ofrezcamos un programa consistente para los próximos dos años".