La expectación que ha generado en toda España la situación judicial del presidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez, llevó ayer a Cartagena a periodistas de las principales cadenas de televisión nacionales, que conectaron en directo con los programas de actualidad política (que emiten en las horas en las que se celebraba la entrevista) para informar de la última hora de una cita que consideraban decisiva para el futuro de la Región de Murcia, un territorio que normalmente tiene escasa presencia en los medios de comunicación estatales.

El encuentro entre los 'Sánchez López' (Pedro Antonio y Miguel, portavoz regional de Ciudadanos) tuvo la solemnidad que merecía una cita tan importante. Los principales colaboradores del presidente en San Esteban se desplazaron a la ciudad trimilenaria para arropar a su líder, entre ellos David Conesa, su responsable de gabinete, cuyo nombre se ha visto vinculado al caso Púnica por el famoso contrato con Alejandro de Pedro que nunca se llegó a firmar. Una suerte para él que su rostro no sea demasiado conocido entre los periodistas de ámbito estatal, pues es muy posible que, de saber de quién se trataba, las cámaras de televisión se lo hubieran comido.

El presidente de la Comunidad llegó a la cita con veinte minutos de antelación. Y tuvo un aperitivo de lo que vivirá el próximo lunes 6 de marzo, cuando acuda a declarar ante el magistrado del TSJ Julián Pérez-Templado (un viejo conocido para PAS) por el caso Auditorio. Fotógrafos, cámaras y micros se abalanzaron sobre el jefe del Ejecutivo, que entró al Palacio de Aguirre como una bala y sin hacer ningún tipo de declaración. Antes había estado en la Asamblea, donde estuvo reunido con el diputado popular por Murcia Teodoro García. No solo hablaron de la reunión con Ciudadanos, sino de otras iniciativas que el ciezano va a llevar al Congreso de los Diputados en relación con la Región. En el edificio público estaba el presidente del Partido Popular en Cartagena, Joaquín Segado, quien sí que tiene pendiente un juicio oral por un asunto de la etapa en la que fue concejal en la ciudad portuaria.

Miguel Sánchez no hizo esperar al jefe de Gobierno, pero no se dio tanta prisa como él para llegar al Palacio de Aguirre. Sánchez estuvo arropado por la delegada territorial de Ciudadanos, Valle Miguélez, así como la concejala de Alcantarilla Lola Jiménez y sus asesores de comunicación, Guillermo Hermida y Juan Antonio Garre. Los fotógrafos y cámaras de televisión también lo abordaron como al presidente, con el mismo resultado. 'Mikysalo' (algunos lo llaman así por su nombre en la red social Twitter) tampoco hizo declaraciones.

La reunión duró una hora y a algunos periodistas no les dio tiempo a entrar en directo en sus respectivos programas. No fue el caso del reportero de La Sexta, donde el infatigable García Ferreras estaba al quite para informar el primero de lo que ocurría en Cartagena.Algunos de estos informadores admitieron que no se van a ir de Murcia hasta que no se produzca la dimisión, si es que se produce.

También seguían con expectación el resultado de la reunión en el PSOE, que sería el principal beneficiado de la ruptura entre PP y Ciudadanos («las derechas», que diría Pedro Sánchez, el exlíder socialista que aspira a volver a serlo). A los periodistas les sorprendió la rapidez con la que Rafael González Tovar y su equipo recogieron el guante lanzado por Miguel Sánchez para iniciar negociaciones.