Juan (prefiere no decir su apellido, para no ser identificado) es, de momento, el único miembro de la asociación Sexólicos Anónimos, que acaba de aterrizar en Murcia y nace, como su nombre indica, para brindar ayuda a las personas que tengan una relación insana con el sexo, hasta el punto que se haya convertido en una adicción, como el alcohol, la droga o los juegos de azar.

Entre las iniciativas del colectivo está la puesta en marcha de una línea de teléfono (ya activa) a la que puede llamar todo aquel que desee pedir ayuda para su adicción al sexo. Esta línea está gestionada por el propio Juan.

El colectivo, que cuenta con agrupaciones en distintas provincias, tiene previsto abrir en breve una sede en Murcia. Por el momento, quienes estén interesados en saber más sobre ellos pueden informarse en la web www.sexolicosanonimos.org o escribir al correo sexolicosanonimosmurcia@gmail.com.

Precisamente con el fin de darse a conocer, los responsables de la asociación organizaron ayer una conferencia, titulada Adictos al sexo y pornografía. Tuvo lugar en el Salón de Conferencias del Teléfono de Esperanza.

La finalidad es que personas con el mismo problema charlen y se ayuden mutuamente. No obstante, esto no quiere decir que descarten cualquier tipo de ayuda psicológica, apuntan los responsables de la asociación, que nace con vocación de «fraternidad».

En cuanto a su proceder, se basa en los doce pasos que se emplean en Alcohólicos Anónimos, aunque, según precisa Juan, sin el sesgo religioso, pues se respeta toda creencia que pueda tener la persona que pide ayude.

Se hace hincapié en la importacia de que el adicto hable de su problema con alguien de confianza, en lugar de encerrarse en sí mismo y ocultarlo. «Lo principal aquí es que tengas una ayuda exclusiva de alguien», apostilla Juan. En este sentido, se trata de tener un ´padrino´, que es como se llama a las personas que ayudan a una persona en exclusiva de manera presencial o telefónica.

«Llevo dos años en Murcia y me viene mucha gente pidiendo ayuda y les enseño como tienen que empezar», explica Juan, en una charla con LA OPINIÓN.

Se debe empezar reconociendo la adicción y con el suficiente interés por acabar con ella. Aun así, los problemas que surgen después son muchos y muy grandes, como el síndrome de abstinencia, que cuesta trabajo superar. En casos de debilidad la persona «suele llamar a su padrino y contarle el problema. Le alivia y le evita recaer y esa es la única manera de que se quite el impulso», manifestó al respecto Juan.

A su juicio, «el sexo te destruye si no lo controlas, es una enfermedad mental». «La pornografía es la peor droga», denuncia.

No hay datos concretos que precisen cuánta gente es adicta al sexo, pero «sí se puede decir que un 30 ó 40% de la población lo padece», asegura el coordinador del grupo en Murcia, lugar desde donde «llama mucha gente pidiendo ayuda para superar esta adicción», afirma. También es cierto que hay personas que crzan la línea roja y no piden ayuda porque piensan que no la necesitan. Suelen ser las personas que tienen una familia los que sí acudan a este tipo de asociaciones para que les ayuden.

De hoy al domingo tendrá lugar, por primera vez en Murcia, una convivencia nacional entre gente de esta fraternidad.