La Consejería de Fomento inspeccionará este año en la Región 21.236 vehículos y fiscalizará casi 72.000 jornadas de trabajo de los camioneros y conductores de autobuses para vigilar el cumplimiento de las condiciones laborales mediante controles de los tacógrafos. Según explicó el director general de Transportes y Puertos, Salvador García-Ayllón, esta cifra supone un aumento superior al 7% respecto a las cifras del pasado año.

El plan de inspecciones fue presentado ayer a los transportistas durante una jornada celebrada en la sede de la Federación Regional de Organizaciones Empresariales del Transporte (Froet). García-Ayllón destacó que los objetivos del plan son «erradicar el intrusismo, ofrecer seguridad y ordenar el mercado del transporte».

Los controles serán realizados por el servicio de inspección de la Consejería en colaboración con las agrupaciones de Tráfico de la Guardia Civil y las policías locales. Estas campañas también están coordinadas con el Ministerio de Fomento y el resto de comunidades autónomas. El responsable de Transportes de la Comunidad Autónoma eludió precisar detalles sobre el número de inspecciones que corresponderán a camiones y a autobuses de pasajeros y de transporte escolar.

En total, serán inspeccionados 21.236 vehículos aproximadamente, el 60% de lo cuales son camiones pesados. Los inspectores fiscalizarán también 71.672 jornadas laborales mediantes los controles de los tacógrafos para verificar el cumplimiento de las condiciones laborales de los conductores. Esta cifra representa un aumento del 7,1% en relación con el año anterior.

García-Ayllón destacó que este incremento responde también a la necesidad de intensificar la vigilancia sobre las compañías de transporte que abren una sede en los países del Este o en Portugal con el fin de eludir los sueldos, la fiscalidad y las cotizaciones a la Seguridad Social que están obligadas a pagar las empresas españolas.

El director general explicó que «la Consejería mantiene su compromiso de colaboración y transparencia» con las empresas del transporte, a las que dio a conocer ayer el plan de inspección, «para que puedan conocer todas las actuaciones encaminadas a garantizar la seguridad de los trabajadores». Recordó que entre los objetivos del plan de inspección figura también el control de los tiempo de conducción y descanso de los conductores

Por su parte, el presidente de la Froet, Pedro Díaz, agradeció la disposición de la Consejería a facilitar la información, aunque se lamentó de las dificultades que la reglamentación administrativa impone a las empresas. Pedro Díaz se quejó sobre todo de las dificultades que origina el cumplimiento estricto de la jornada laboral de los conductores, dado que tienen que detener el vehículo obligatoriamente cuando han trabajado 90 horas en dos semanas, porque se exponen a una multa de 2.500 euros. Pedro Díaz pidió una mayor flexibilidad para evitar que «un conductor tenga que hacer su descanso semanal de 48 horas en la cabina del camión» cuando se encuentra lejos de su casa. Añadió que a los conductores de autocares, «que llevan a personas en lugar de mercancías», se les permite una mayor flexibilidad. No obstante, señaló que las empresas tratan de evitar que los chóferes tengan que pasar sus días libres lejos de su familia y los recogen en furgonetas para trasladarlos a su población de residencia.

Los controles programados se realizarán en empresas de transportes y operadores y en ellas se comprueba que el transporte público tenga el título necesario, el peso correcto, sin manipulaciones del tacógrafo y del limitador y el transporte de mercancías peligrosas, entre otras muchas cosas.