Los autobuses de transporte escolar contarán con un dispositivo que impedirá conducir a los chóferes que hayan consumido alcohol o drogas. La Comisión de Educación y Cultura de la Asamblea Regional aprobó ayer una iniciativa de Ciudadanos (C's) en la que se solicita que el transporte escolar de la Región cuente con detectores de consumo de alcohol o drogas, un sistema que impediría al propio conductor arrancar el vehículo si se localiza en su saliva alguna de estas sustancias. La iniciativa de Ciudadanos, que ha salido adelante con la abstención del PP, pide que los detectores empiecen a funcionar a partir del próximo curso. El diputado de la formación naranja Juan José Molina defendió la propuesta incidiendo en que estos sistemas repercutirán en la seguridad de los menores que se desplazan a diario a los centros educativos. «El objetivo de nuestra iniciativa es minimizar el riesgo y que se eviten situaciones como la que sucedió hace unas semanas en Fuenlabrada, cuando tras el vuelco de un autobús escolar se comprobó que el conductor había consumido drogas», apuntó. Molina señaló que su grupo no ha calculado el coste que supondría implantar estos dispositivos, «pero es un gasto que es necesario hacer». Añadió que en los siete meses que quedan para que inicie el próximo curso escolar «da tiempo suficiente» para conseguirlos.