Más de 300 empresarios de la Comunitat Valenciana, Cataluña, Andalucía y Murcia se dan cita hoy en Tarragona, donde reivindicarán -una vez más- la necesidad de que el Gobierno central apueste de forma decidida por el Corredor Mediterráneo. La cumbre -organizada por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) y el Cercle d’Economia, entre otros- contará con los máximos representantes empresariales y es la primera de la ruta «Encuentros por el Corredor», que también llegará a Murcia y Almería.

No es la primera vez que empresarios de la Comunitat Valenciana y Cataluña se reúnen -Federico Félix, presidente de la Fundación ProAVE ya «selló alianzas» en 2011-, pero sí es la primera gran cumbre con el objetivo de «sumar esfuerzos entre toda la sociedad y el ecosistema empresarial del Mediterráneo» para «agilizar las obras», según Vicente Boluda, presidente de AVE.

La cumbre también contará con representantes de la Generalitat Valenciana. El viernes, el presidente Ximo Puig reivindicó ante el empresariado castellonense una mayor inversión del Gobierno en esta infraestructura y recordó que en 1963 el Banco Mundial ya instó a España a mejorar las comunicaciones entre estas áreas, de gran vitalidad demográfica, industrial y turística.

Ximo Puig se referió a un informe de 1963 del Banco Mundial, que dedica un pequeño apartado a la Autopista del Mediterráneo (the East Coast Autopista). El informe detalla que «la única obra principal de nueva construcción que es susceptible de ser necesaria en un futuro próximo es la Autopista del Mediterráneo, un moderno acceso, con by-passes e interconexiones con las mayores áreas urbanas de lo largo de la costa mediterránea desde la frontera francesa hasta Murcia».

Se trata de unos 730 km en total, de un «ambicioso proyecto» que animaban al Estado a «estudiar y planificar». «Atravesará áreas de la mayor densidad de tráfico de España. Pasa a través de importantes áreas industriales y agrícolas y cubre algunas de las mayores regiones turísticas del país», escribieron sobre la futura AP-7. Esta última cita es la que recuperan Ximo Puig y la Generalitat en redes sociales, como una reflexión válida hoy en día para defender las inversiones en el corredor.

La autopista, necesaria

La autopista consta en el documento como la gran excepción, ya que en materia de carreteras ordenan al Estado realizar un «enorme» gasto para «mantener y reconstruir carreteras estratégicas no diseñadas para el tráfico que soportan». Esa es la top priority que el Banco Mundial encomendó entonces, por lo que el restos de obras debían ser «modestas» los años siguientes. A pesar de eso, «la única nueva gran carretera necesaria en un futuro cercano es la East Coast Autopista», para cuya construcción pedían la dedicación de «una organización o autoridad especial» por su gran envergadura. Asimismo, recomendaban que las obras fueran ideadas «en un solo proyecto» pero con una ejecución «escalonada», con el paso de la Junquera como «primera prioridad». Su evolución se recoge en documentos de 1965 y 1967.

Este informe fue resultado de un estudio económico de España que el Banco Mundial realizó «a petición del Gobierno». El objetivo, según se recoge en él, fue «asistir a la administración española en la preparación a largo plazo de un programa de desarrollo para expandir y modernizar la economía y de este modo, aumentar el nivel de vida de los españoles y, al mismo tiempo, mantener la estabilidad financiera».

Así, 17 miembros de siete países estuvieron en España varios meses en 1961 y 1962. En esa estancia -en la que viajaron «de forma extensa a través del país»- analizaron la economía, el transporte, la agricultura y la industria de los últimos años de la España franquista, marcados por una mayor apertura al exterior. Los economistas de diferentes especializaciones y asesores de la misión definieron España como un país con «los recursos físicos y humanos para conseguir y mantener un gran nivel de crecimiento económico».

En cuanto al transporte, donde se incluye el apartado de la autopista, constataron que «la geografía, la historia y la distribución de las áreas con actividad económica han dificultado conseguir un sistema de transportes integrados», pero reconocían que «el trabajo inicial» de unir Madrid con las diferentes áreas «ya está bien establecido». No obstante, aventuraban que la demanda de transporte continuaría aumentando, por lo que «serán necesarias inversiones a gran escala».

Aunque solo se hace referencia al arco mediterráneo en el apartado dedicado a las carreteras, el informe recogió deficiencias en los ferrocarriles de Renfe. «Las vías férreas no son capaces de realizar su contribución esencial al desarrollo económico», dictaron, por lo que instaban a «modernizar y racionalizar el sistema de vías»y mejorar la «velocidad y fiabilidad».

Además, Valencia y la denominación «Levante» aparecen relacionadas a la agricultura y la actividad portuaria.

«Una región poco prometedora y de tierra pobre»

El informe «El desarrollo económico de España» que el Banco Mundial realizó en 1963 y que recoge la necesidad de la construcción de la Autopista del Mediterráneo, también menciona a la C. Valenciana en relación a la agricultura. En concreto, por escrito consta que «‘Levante’ es una región poco prometedora de tierra pobre y montañosa -excepto en la costa y pequeños valles», de la que matizan: «hay demasiados días fríos para calificar el clima como ideal para los cítricos», pero «las habilidades para usar los ríos para el regadío y la competencia del comercio local han creado en este entorno duro una de las regiones agrícolas más ricas y más intensivas del mundo». El Banco Mundial también destaca que el regadío valenciano, «de origen antiguo» es uno de los «más altamente cualificados en el mundo y el responsable de la exportación más importante, los cítricos». m. b. b valencia