Los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura han dado el visto bueno al estudio de impacto ambiental para la extracción de 31,9 hm3 de agua al año, hasta 2020, de los pozos del Sinclinal de Calasparra, al amparo del último real decreto de la sequía prorrogado hasta sepiembre de 2017 por el Gobierno central. El estudio está actualmente en fase de presentación de alegaciones, periodo que concluye a mediados de este mes.

La extracción propuesta, que puede llevarse a cabo durante los próximos cuatro años si la situación de sequía no cambia, se destinará a atender las necesidades de los regadíos del Trasvase Tajo-Segura, una cantidad que los técnicos advierten «no será suficiente para cubrir las previsiones». Es el Ministerio de Agricultura el que tiene que dar el visto bueno definitivo para que comience la explotación de estos pozos.

Con el objeto de minimizar la afección al manantial del Gorgotón, para realizar las extracciones solicitadas, la CHS ha seleccionado los pozos más alejados de ese nacimiento. Todos ellos están ubicados en el municipio de Calasparra: Cortijo del Viso, Cortijo Soto de la Borquera, Cortijo Soto Pedro Pérez, Esparragal I Oeste, Esparragal II Este, Loma, Mojón y Molino I Adelfas.

Para completar ese volumen se cuenta también con el pozo Almadenes II (en Cieza), «que por situarse en la margen opuesta del río parece tener una incidencia relativamente pequeña en el manantial», según el estudio.

Todos los pozos se encuentran ya construidos y equipados, con suministro de energía y caminos de acceso acondicionados. Por ello, no se prevé realizar obras adicionales y el acceso a los pozos se efectuará por caminos ya acondicionados.

La propuesta de los técnicos de la CHS es que las extracciones comiencen durante el mes de marzo hasta diciembre, dejando los meses de enero y febrero de los respectivos años los pozos parados hasta la normalización de la situación piezométrica y de las descargas en el manantial del Gorgotón.

Por ahora se descarta la apertura de otros pozos en la demarcación de la cuenca del Segura, porque o no tienen suficiente calidad o están demasiado explotados. Así, aunque está previsto movilizar recursos subterráneos con origen en la Vega Media, se considera que se debe posponer unos meses «para permitir la recuperación de los niveles tras la extracción realizada etre abril y mayo del año pasado.

Por lo que respecta a los de la Vega Baja del río Segura, «la mala calidad de las aguas en dicha zona desaconseja totalmente su uso (que además afectaría a terceros usuarios no vinculados con el trasvase Tajo-Segura), por lo que se descarta de plano».

En busca de más recursos

Mientras tanto, desde el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Scrats, están buscando más recursos con los que paliar la falta de agua de los embalses de cabecera, que, a día de hoy, no se han recuperado y almacenan 422 hm3, de los cuales sólo son trasvasables 54 hm3.

«Estamos trabajando para captar recursos de donde sea porque el escenario futuro nos preocupa mucho», apuntó el presidente del Scrats, Lucas Jiménez.

De hecho, ya han empezado a gestionar la solicitud de cesiones de derechos de agua con las comunidades de regantes de la cabecera del Tajo de Madrid y Castilla- La Mancha (Estremera e Illana, entre otras). «Esperamos poder recibir más que en años anteriores y que la gestión sea más ágil», apuntó, recordando que la legislación actual no es todo lo justa que podría. «Sólo pueden ceder la media de lo que han consumido en los últimos cinco años, pero no se tiene en cuenta, por ejemplo, que pueden haber consumido menos porque ha llovido en algún periodo de tiempo y les ha permitido ahorrar esos recursos; y eso no computa», lamentó Jiménez.

Además, siguen esperando recibir la totalidad del agua desalada de la planta de Torrevieja ­que al año ya puede alcanzar los 40 hm3­, con la esperanza de que a lo largo de los próximos meses se puedan realizar las obras previstas de mejora de la red eléctrica. Estas obras permitirían duplicar la cantidad desalada.