El Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) de la Guardia Civil se ha desplazado a la Región para apoyar las investigaciones que se lleven a cabo sobre el choque entre dos vehículos el pasado fin de semana que provocó el fallecimiento de cinco jóvenes -cuatro chicos y una chica- y la hospitalizaciones de otras tres mujeres heridas de gravedad.

Se trata de una unidad que cuenta con medios más avanzados para conocer aún más detalles del siniestro y que supone una reconstrucción total del accidente en el lugar de los hechos -la carretera que une las localidades de La Palma y Torre Pacheco-. La reconstrucción que se realiza es virtual gracias a un programa informático. El equipo especializado introduce en el programa los datos que encuentra sobre el terreno y los informes periciales y consigue su recreación de los hechos. Las imágenes forman parte de la investigación judicial que está en marcha.

No será la primera vez que los especialistas del ERAT se desplazan a la Comunidad Autónoma. La última vez fue en junio de 2016, como consecuencia del accidente de la A-7, a la altura de la salida de Monteagudo, que se saldó con cuatro fallecidos y dos heridos graves. En el siniestro se vieron implicados dos turismos y dos camiones frigoríficos. Uno de los camiones volcó tras saltar la mediana y una vez producido el accidente los dos camiones empezaron a arder, escuchándose diversas explosiones.

Asimismo, también estuvieron presentes en el accidente ocurrido en noviembre de 2014 en la carretera de Calasparra (RM-714), cuando un autobús se salió de la vía y se despeñó por una pendiente de la vía, dejando 14 muertos. El autobús de servicio discrecional estaba cubriendo la ruta Madrid-Bullas y estaba ocupado por un total de 55 vecinos de esta segunda localidad que volvían de un viaje con la parroquia. Se trataba de un viaje organizado que regresaba de la capital al pueblo murciano tras una visita al convento fundado por la Madre Maravillas.