«La presunción de inocencia es un principio fácil de quebrar en España», cree el eurodiputado y ex presidente de la Región, Ramón Luis Valcárcel.

En la puerta de la Biblioteca de Alcantarilla, donde asistió a un acto de partido, Valcárcel insistió en pedir «coherencia» respecto al proceso judicial que afecta a Pedro Antonio Sánchez. «Que la Justicia actúe, que es lo que está haciendo», subrayó, a preguntas de los periodistas.

«No tengo dudas sobre Pedro Antonio», aseveró Valcárcel, que dijo que contaba con «la seguridad de que es un hombre honesto y honrado». «No hay mucho más que decir», remarcó.

Antes, el que fuera presidente durante veinte años habló de que su partido, el PP, ha de «renovar ideas, reciclarnos, dar respuesta a exigencia social y seguir dotando de estabilidad a España». «Se convence con hechos y con políticas que cristalicen en hechos reales», manifestó Valcárcel.

Él llegó al acto de Alcantarilla antes del que fuera su delfín. PAS lo hacía unos minutos después. Al llegar, ambos se fundían en un abrazo delante de las cámaras. A continuación, Sánchez saludaba cariñosamente a la esposa de Valcárcel, Charo Cruz.

Presidente y expresidente entraban juntos a una sala que se quedó pequeña, de abarrotada que estaba. Al son del himno del PP, Sánchez y Valcárcel eran aplaudidos por un auditorio en el que se encontraban, por ejemplo, el delegado del Gobierno en Murcia, Antonio Sánchez-Solís; los diputados nacionales Teodoro García y Francisco Bernabé; el alcalde de Murcia, José Ballesta, y las consejeras Noelia Arroyo, Encarna Guillén y Adela Martínez-Cachá, entre otros. El acto era para elegir a los compromisarios del próximo congreso del PP, pero se convirtió en un evento de apoyo explícito a Sánchez. Abría fuego el alcalde de Alcantarilla, Joaquín Buendía, y lo hacía con una loa a PAS. Más aplausos.