Es un actor muy conocido en la pantalla. ¿Qué es lo más bonito de su profesión?

Primero el jugar personajes diferentes, la palabra jugar es la que más se adapta a nuestro trabajo, convertirte en otros personajes y acertar; y la otra es el reconocimiento del público y de tus compañeros.

¿Cuándo decidió dedicarse a la interpretación?

Mi interés empezó desde mi época de adolescente, que veraneaba en la Torre de la Horadada y hacíamos funciones para la Iglesia. Mi cátedra se fundamenta en un grupo de teatro infantil y juvenil, que dirigía un catedrático de Latín del Instituto Alfonso X El Sabio de Murcia, y ahí siguió creciendo ese interés, ese gusto y ver que salir al escenario era algo mágico. Me di cuenta de que tenía que ser actor, sí o sí, aunque el camino que yo emprendí como estudiante era diferente porque yo estudié Derecho y lo ejercí durante dos o tres años como profesor de la Universidad, pero una llamada de un director de teatro hizo que cambiaran mis planes y que me convirtiera en actor.

Es sabido lo dura que es la carrera de intérprete. ¿Qué se necesita para valorar el trabajo de este gremio?

Esta profesión es una carrera de fondo, en donde uno se ha medido en diversidad de trabajos, y la manera de que llegue a los compañeros y al público es la ilusión y la verdad con la que trabajas. Hay otros componentes también, como la honestidad, el ser buena gente, compañero y generoso, que llevan a que seas un actor al que resulte atractivo para los demás trabajar contigo.

Precisamente con el objetivo de dignificar esta profesión, nació la Unión de Actores de la Región de Murcia que mañana le nombra ´Socio de Honor´. ¿qué significa este reconocimiento para un actor murciano?

Es un orgullo y un honor. La verdad es que ahí fue donde yo comencé con la Unión desde el momento de su creación que los puse en contacto con la de Madrid. Ha sido una sorpresa y compartir este honor con un compañero de la categoría de Ginés García Millán con el que he trabajado en diversas ocasiones, al que adoro y admiro, pues es una satisfacción tremenda.

Muchos directores de casting coinciden en que los actores murcianos sorprenden en Madrid por su formación. ¿Qué se dice o qué imagen hay de ellos en Madrid?

Y es cierto. Últimamente he trabajado y cooperado con actores murcianos y sí que es verdad, pero también en otros ámbitos como la música, mira Blas Cantó, Ruth Lorenzo o Xuxo. Murcia es un terreno abonado para el arte. Mira los pintores de categoría que tenemos en la Región, y yo me siento muy orgulloso de ser de esta tierra.

Cine, teatro, televisión. ¿Con cuál se queda?

Siempre he contestado que el teatro, porque enfrentarte al público y salir exitoso es impagable. Ahora estoy de gira con una función muy divertida y cada carcajada del público es como una inyección de fuerza, de satisfacción. También tiene lo suyo el cine y la televisión; saber cómo tienes que adoptar, cómo tienes que hacer, cómo tienes que aprovechar ese minuto desde que dicen acción? también tiene un valor incalculable. Así que están a la par, pero si me tengo que poner en una balanza siempre estará por encima el teatro.

¿Qué tiene la interpretación que engancha tanto?

Tiene algo de magia, algo de estar viviendo una vida que no es la tuya durante un tiempo. Hay gente que va al trabajo por obligación y está deseando que llegue el momento de su jubilación; sin embargo los actores no nos queremos jubilar porque disfrutamos mucho con nuestro trabajo.

¿Qué es lo más difícil de meterse en la piel de otra persona?

Todo se basa en una mirada hacia el otro, que uno no es. Eso es lo fundamental de una interpretación, comprender, mirar de lejos cómo es ese personaje, qué siente? y da igual que sea una persona maravillosa o sea un asesino. Nuestro trabajo es meterte en la piel de alguien y sentir por él. Cuando hay una maldad, como el caso de un asesino en serie, lo que tienes que buscar es el motivo que lo lleva ahí.

Empatía, meterse en la piel del otro, es algo necesario para entender y hacer las cosas bien y quizás todo el mundo debería hacerlo, incluida la gente con poder.

No hay nombres, pero sí hay mucha gente. Muchos de nuestros políticos y de fuera. Mucha gente debería pensar más en los demás que en ellos mismos. Y sobre todo en el momento que estamos viviendo. Un actor lo que hace es vivir y cobrar por su trabajo, pero lo que no hace es aprovecharse y robar el dinero de los demás. Hay una frase de Kennedy que dice: "No te tienes que preguntar lo que el pueblo puede hacer por ti, pregúntate lo que tú puedes hacer por el pueblo". Si eso lo tuviéramos como lema, otro gallo nos cantaría.

¿Qué prefiere ser el malo malísimo o el bueno buenísimo?

Los personajes de malos son los mejores, no cambien bien, pero son los mejores. En el fondo da igual cómo sea, lo importante es aceptar con él y procurar que tenga algo distinto al personaje que has interpretado hace media hora.

¿Un papel que no haya hecho y le gustaría hacer?

Tengo como una condena en mi carrera y es que últimamente me dan papeles nobles, de elegancia y distinción? y tengo una ganas de hacer de una persona desarrapada, un policía o de un alcohólico? ese tipo de personajes que nunca me tocan porque siempre me dan el millonario, el médico, banquero, el juez. Me gustaría trasladarme a la calle con una botella de vino en la mano.

¿Qué le falta a su Región?

Me gusta su gente. Me gusta que al menos en mi tierra no haya desigualdad, que no haya pobreza, que el agricultor y el obrero vivan de lo suyo. Eso es lo único que me importa y a veces es lo único que me duele cuando voy a Murcia y hay separación entre unos y otros.

¿Qué proyectos tiene entre manos?

Ahora mismo estoy de gira con una función de teatro, que iré a Sevilla, Valencia, Cádiz, y al mismo tiempo estoy esperando que se termine un piloto en el que he hecho, precisamente, de malo malísimo, una serie de televisión para Internet. Tengo el ofrecimiento de otras series, pero más adelante.