Es un actor muy conocido en la pantalla. ¿Qué es lo más bonito de su profesión?

Poder vivir de ella. Intento vivir dignamente, sobre todo de mi trabajo, porque siempre ha sido mi sueño. Y no hay nada más bonito que vivir de su trabajo.

¿Cuándo decidió dedicarse a la interpretación?

Desde siempre. Yo era muy deportista y empecé mi juventud haciendo deporte, pero cuando tuve la oportunidad decidí instalarme en Madrid y estudiar Arte Dramático porque era mi sueño y lo sabía desde pequeño. Si lo sabes, tienes que pelear por ello.

Es sabido lo dura que es la carrera de intérprete. ¿Qué se necesita para valorar el trabajo de este gremio?

Lo que necesitas es pelear, trabajar mucho y tener claro que quieres ser actor. Querer serlo porque no puedes ser otra cosa. Eso no significa que siempre puedas llegar y puedas conseguirlo, pero creo que el viaje vale la pena. Lo que pasa es que vivir del arte y de la música es muy complicado porque nunca ha sido fácil. Ni lo ha sido ahora ni lo ha sido antes ni lo será, pero pelear por ello vale la pena.

Precisamente con el objetivo de dignificar esta profesión, nació la Unión de Actores de la Región de Murcia que mañana le nombra ‘Socio de Honor’. ¿qué significa este reconocimiento para un actor murciano?

Un reconocimiento en tu tierra siempre es motivo de alegría y, si encima lo hacen tus compañeros de profesión y la gente de teatro de Murcia, pues muy emocionante. Así me sentí cuando me lo dijeron y estoy muy agradecido.

Muchos directores de casting coinciden en que los actores murcianos sorprenden en Madrid por su formación. ¿Qué se dice o qué imagen hay de ellos en Madrid?

Hay actores muy buenos y competentes y yo creo que eso tiene que ver la gran Escuela de Arte Dramático que hay en Murcia, que tiene muchos años y hace una labor estupenda. Es una ciudad con mucha tradición teatral de grupos independientes y con una variedad muy interesante. Esos son los frutos de muchos años, es una lucha increíble porque cuesta mucho salir adelante. Vivir de esta profesión cuesta en una Región como la nuestra que no tiene muchas oportunidades al ser pequeña y no siempre es fácil, por eso tiene un mérito increíble.

Cine, teatro, televisión. ¿Con cuál se queda?

Yo me quedo con los trabajos que están bien y los que nos aportan. Yo he disfrutado mucho haciendo teatro, pero también haciendo televisión y cine y depende de los proyectos y los equipos. Cada proyecto es diferente, es un mundo. Yo creo que los proyectos los hacen las personas y cuando encuentras a gente que trabaja en la misma dirección y que tienen las mismas inquietudes, pues siempre es muy interesante.

¿Qué tiene la interpretación que engancha tanto?

Hay una parte de ti que necesita eso, conocerse un poquito mejor. Eso nos da la oportunidad de ser muchos que aparentemente parece que no somos pero también tenemos dentro. Es un conocimiento de uno mismo y es una manera de mostrar lo que somos. Cuenco haces un papel que te exige ciertas cosas, que te hace buscar dentro de ti, te implicas emocionalmente. A veces haces viajes maravillosos de poder dar mucho lo que tú eres o parte de lo que tú eres.

¿Qué es lo más difícil de meterse en la piel de otra persona?

Creemos que otra persona puede ser muy diferente pero cuando nos miramos de cerca, nos damos cuenta de que somos muy parecidos, más de lo que parece. A veces hay que ponerse en la situación del otro para entender la vida en su complejidad como el alma humana. Este conocimiento de uno nos hace salir fuera y conocer a los demás. Esto es muy hermoso cuando estudiamos un personaje que aparentemente no tiene nada que ver contigo y te reconoces en cosas que están muy lejanas.

Empatía, meterse en la piel del otro, es algo necesario para entender y hacer las cosas bien y quizás todo el mundo debería hacerlo, incluida la gente con poder.

Yo creo que teatro hacen mucho, lo que pasa es que la mayoría de las veces hacen teatro malo, fácil. Lo que tendrían que valorar cualquier gobierno es la importancia y la defensa de nuestra cultura, de nuestro teatro y nuestro cine porque si se potencia y se cuida desde las escuelas tendremos al cabo de los años un país mejor. Las cosas no hay que hacerlas para tener un rendimiento inmediato, sino para que en unos años el país sea mejor y para eso hay que apostar.

¿Qué prefiere ser el malo malísimo o el bueno buenísimo?

No me gusta ni bueno ni malo, sino los personajes complejos que pueden ser de las dos maneras y que responden a la vida según las circunstancias. Yo creo que somos un poco así todos.

¿Un papel que no haya hecho y le gustaría hacer?

El siguiente. Hay grandes personajes que a cualquier actor le gustaría como los de Shakespeare, que son maravillosos para crecer como actor y ser humano. Yo siempre digo que el mejor papel es el que está por llegar, en el que hay que poner toda la ilusión como si fuera el mejor personaje.

¿Qué le falta a su Región?

Muchas cosas. Está casi todo por hacer. Falta tener claro que en nuestra Región hay un talento increíble, hay que apostar por ese talento y hay que hacerlo desde lo más básico que es desde la escuela, desde la educación. Y hay poner todo el interés y no recoger los frutos para el Gobierno de turno. Que con los años esta Región, sea de verdad, mejor, y no una Región que se vende, que vendemos cosas que a veces no somos.

¿Qué proyectos tiene entre manos?

Acabamos de terminar la serie 'La Verdad', en la que Juan Meseguer es mi suegro. Yo acabo de terminar también 'La Catedral del Mal' y estamos muy contentos con el proyecto y a ver cómo lo recibe el público. Ahora estoy unos meses de vacaciones que también lo necesito para descansar y reflexionar. Tengo muchas ganas de teatro con Daniel Veronese, con el que ya sería el cuarto montaje con él para otoño.