Los miles de turistas que intentaron acceder a las pedanías altas de los términos municipales de Moratalla y Caravaca provocaron atascos en las principales vías de circulación, tanto por la mañana, como es el caso de la autovía del Noroeste que registraba colas kilométricas durante todo su recorrido, como por la tarde a la vuelta, con 20 kilómetros de retenciones. Muchas familias que intentaban pasar un día en la nieve, desistían y se tenían que dar la vuelta antes de llegar a Mula.

También se presentaron problemas de circulación en la carretera RM-720 que conecta Caravaca con la Puebla de Don Fadrique y la RM-702 que une Barranda con Campo de San Juan y El Sabinar.

La nevada, que cayó la medianoche del sábado en la pedanía de Inazares, cubría con un manto de unos cinco centímetros de espesor el acceso al núcleo diseminado, lo que provocó que los primeros vehículos que llegaban a la zona tuvieran que ser rescatados por los bomberos, que en ese momento intentaban limpiar el camino.

También existía gran acumulación de nieve en las pedanías de El Hornico, Cañada de la Cruz y Los Odres. Las autoridades pidieron que se extremaran las precauciones, especialmente a la hora de estacionar el vehículo, y nunca hacerlo donde existan acumulaciones de nieve, ni donde entorpezca la circulación de otros vehículos.

Más de 20 kilómetros de atasco

Alrededor de las ocho de la tarde la RM-730 que conecta Puebla de Don Fadrique con Caravaca, entre Mojantes y el polígono industrial de Cavila, presentaba más de 20 kilómetros de retenciones. También hubo problemas de circulación en los cruces de la RM-702 de Campo de San Juan y el Sabinar, en su incorporación a la RM-730 en Barranda.

Además, a mediodía se cortaba el tráfico de la RM-B-23 en sentido Inazares para que no se acumularan más vehículos en la pedanía.

Por su parte, el consejero de Fomento e Infraestructuras, Pedro Rivera, señaló que «se ha restablecido la normalidad en la circulación por la red regional de carreteras» con la apertura de la RM-703, que une Moratalla con El Sabinar, que permanecía cerrada desde el jueves y en la que se ha trabajado con quitanieves y tratamientos de salmuera.