La incógnita sobre el número de años y cursos de máster que tendrá cada carrera está a un paso de despejarse. Tras un par de años de idas y venidas y de protestas estudiantiles contra el popularmente conocido como decreto '3+2' de la Lomce, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue) ha constatado la «predisposición» del nuevo equipo del Ministerio de Educación a volver a regular mediante real decreto la duración de las distintas titulaciones, y sólo las de nuevo cuño seguirían esa fórmula.

«Aunque no hay nada cerrado aún, hay conversaciones con el Ministerio, que estaría dispuesto a recoger en un real decreto el acuerdo de funcionamiento interno de la Crue», manifestó el rector de la Universidad de Murcia, José Orihuela, que el pasado miércoles participó en la Asamblea General de esta organización.

El compromiso de Educación se centraría en la regulación para todo el territorio español de los grados, de tal manera que los títulos 'clásicos' anteriores al acuerdo de Bolonia, entre ellos las ingenierías y todos los de las Ciencias de la Salud o filologías, se mantendrían con la actual fórmula de cuatro años de grado y uno de especialización o máster.

La fórmula que recogió el exministro José Ignacio Wert en la Lomce, de cambiar a una estructura formada por grados de tres años y dos años de máster, se encontraba en moratoria, según decisión de la Crue, pero debía ponerse en marcha el próximo curso 2017-2018.

«Esta moratoria desaparecería, y el Gobierno lo regularía como estaba», apuntó Orihuela, quien indicó que la fórmula Wert podría aplicarse sólo en el caso de las titulaciones más nuevas.

Una de las críticas vertidas contra la apuesta de la Lomce es que al cobrar más peso los másteres, los contenidos generalistas se verían reducidos en un año, por lo que los universitarios saldrían con una formación más específica a sus intereses personales o profesionales pero contarían con una educación general más debilitada.

Tasas

Asimismo, los estudiantes habían exigido, en varias manifestaciones, la retirada de la reforma por considerar que encarecía mucho el coste de las carreras.

En este sentido, el rector de la UMU apuntó que «en los casos en los que finalmente se mantenga el 3+2 debe haber un compromiso de financiación adicional por parte de las administraciones autonómicas, ya que no podríamos subir tanto las tasas a los alumnos». Añadió que dado que los másteres son más caros, supondría una pérdida económica para las universidades, que deberían estar compensada con un incremento en el presupuesto.

Orihuela recordó que las tasas de Murcia están entre las más bajas de todo el país.