Expertos de las universidades de Alcalá de Henares (Madrid) y de Valencia se sumaron ayer al trabajo de búsqueda de nuevas técnicas agronómicas para evitar que las escorrentías procedentes de la agricultura del Campo de Cartagena lleguen al Mar Menor y que se van a centrar en la colocación de muros de vegetación en las fincas.

Esta propuesta partió del investigador del departamento de riego, conservación de suelos y erosión del Cebas, Gonzalo González, quien explicó en un artículo recogido en este diario, que era una medida natural y mucho más barata que otras -como los tanques de tormentas- para evitar inundaciones en la zona.

La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente está trabajando para poner en marcha un plan de restauración ecológica del Campo de Cartagena, y en este marco ayer se celebró la primera de las reuniones para su diseño.

El equipo cuenta con investigadores del Cebas, de las universidades de Alcalá y de Valencia, además de expertos de las universidades de Murcia y Politécnica de Cartagena, técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y miembros del equipo directivo de la Consejería.

La titular de Agricultura, Adela Martínez-Cachá, apuntó que en este grupo también están incluidas las organizaciones agrarias «porque tienen que ser parte de la solución». Y añadió que la agricultura en el entorno del Campo de Cartagena «tiene que tomar un nuevo enfoque para reducir» la llegada de vertidos con nitratos al Mar Menor».

Este plan va a permitir, por ejemplo, crear una red de setos alineados, ocupando poca superficie, que contribuirán a mejorar y crear un paisaje nuevo y multifuncional, porque evitará escorrentías y ofrecerá beneficios medioambientales al agricultor.

«El objetivo es convertir el Campo de Cartagena en un 'laboratorio' de las técnicas sostenibles agrícolas a nivel nacional», concluyó Martínez-Cachá.