­«Calorcico en casa y se pasa». Es la fórmula que proponía ayer Carmen, vecina de Caneja (Caravaca de la Cruz), para hacer frente al temporal y pasarlo lo mejor posible. Carmen tiene claro que «los jóvenes no tenemos miedo ninguno de estar aislados. Además, ahora con los teléfonos modernos, ¿quién está aislado, hija? Mientras no nos corten la luz, estamos bien. Y si nos la bajan (el precio), mejor estaremos».

Caneja y Singla, ambas pedanías de Caravaca de la Cruz, se quedaron ayer incomunicadas como consecuencia del temporal de frío y nieve, indicó la Policía Local de dicha localidad.

En concreto, Caneja -donde vive Carmen- está a 10 kilómetros de Caravaca y allí habitan unas 400 personas. En cuanto a Singla, tiene más de un centenar de habitantes y se encuentra a 9 kilómetros de Caravaca de la Cruz. El tiempo que ambos pueblos estuvieron aislados fue porque las máquinas quitanieves se encontraban trabajando en Barranda, Archivel y Moral.

«La gente mayor está en su casa y, los que podemos movernos un poquillo, pues estamos haciendo lo justo», comentaba por teléfono a LA OPINIÓN Lola, vecina de Barranda que no tuvo problema en acudir a su puesto de trabajo en Singla ayer. «Me he vuelto al mediodía. Y sigue nevando y ha caído mucho, ¡mucho!», expresó la mujer.

«Si esto de estar aislado depende del vehículo que lleves, ya sabes lo que pasa», añadió.

Por otro lado, desde la Policía Local de Moratalla aseguraban estar «desbordados» en el casco urbano, y daban por hecho que las pedanías estaban «completamente intransitables».

Caso aparte fue Yecla. «Totalmente incomunicada», detallaron desde Emergencias. Se cayó el teléfono de la Policía Local y se habilitó uno para urgencias. Se caían, además, líneas de Internet y se suspendía el servicio de recogida de basuras en el municipio. «Esperemos que se haga bueno el refrán de ´año de nieve, año de bienes´», escribía en su cuenta de Twitter el alcalde, Marcos Ortuño.

El concejal de Policía, Tráfico y Seguridad Ciudadana de Yecla, Juan Miguel Zornoza, confirmó que las cinco carreteras que dan acceso a la población se encuentran cortadas. «En mis 44 años no he visto una nevada igual», señaló el edil. No sólo quedó aislada la ciudad de Yecla, sino también su única pedanía, Raspay. Zornoza pedía a la población que no saliese a la calle y que permanecieran en sus casas porque las calles del municipio solo se podían transitar con todoterreno.

En Jumilla, por otro lado, se cortaba alguna carretera secundaria que da acceso a zonas de monte por precaución, ya que se había registrado un aumento de curiosos y vecinos que acudían para ver la nieve. Incluso, en un caso se produjo un accidente de un coche que se deslizó sobre el asfalto, solo con daños materiales.

En Santa Ana del Monte, donde viven cinco frailes, había inquietud porque dos de ellos habían ido hoy a Yecla, por si tuviesen dificultades para regresar. No obstante, los hermanos volvieron sin problema.

Las pedanías altas de Lorca, por otro lado, se enfrentaban a su nevada más intensa en 60 años.

También en Lorca, en concreto en Rincón de Los Carranza, la nieve aislaba a una treintena de personas. «Se les ha olvidado que estamos aquí», se quejaba Ana Fernández, presidenta de la asociación de vecinos de esta pequeña población. «¿Qué va a pasar con las personas mayores? Esperemos que nada», añadía. «Agobia pensar cómo salir de aquí si pasa algo, lo llevamos mal».