La niña apuñalada por su padre en Banifaió (Valencia) vivía con su madre, la etarra Sara Majarenas, que fue detenida en 2007 por planear atentar contra militares y guardias civiles de la Región, entre otras comunidades.

La madre fue condenada en la prisión de Picassent y la niña vivía allí con ella pero pasaba el fin de semana con su progenitor con autorización materna, han informado fuentes penitenciarias.

Las fuentes han precisado que la niña apuñalada -que se encuentra ingresada en el Hospital La Fe de Valencia con heridas de arma blanca en tórax y espalda- no había cumplido aún los tres años, edad límite que marca la legislación española para que las reclusas puedan vivir con sus hijos en prisión.

Este fin de semana la madre había autorizado la salida de su hija para que conviviera con el padre, han añadido las fuentes que han explicado que el permiso expreso de la progenitora es condición indispensable para que un menor salga del centro penitenciario.

El suceso se produjo ayer, sobre las 10:30 horas, cuando el hombre confesó ante la Policía Local del municipio valenciano haber apuñalado a su hija.

Nada más conocer la agresión, la dirección de la prisión ha decidido aplicar a la reclusa las medidas contempladas en el protocolo de prevención de suicidios.

Las fuentes han señalado que, por el momento, Sara Majarenas no ha solicitado ningún permiso penitenciario para visitar a su hija en el hospital, aunque podría hacerlo en las próximas horas.

Majarenas fue condena a 13 años de prisión por la Audiencia Nacional en 2007 acusada de integrar un comando junto con el también etarra Miguel Orbegozo, que había planeado atentar contra militares y guardias civiles de Valencia, Murcia y de localidades de la Costa Brava.

Ambos eran miembros "liberados" de la banda que en 2003 huyeron a Francia y a partir de noviembre de 2004 participaron "en el diseño y ejecución" de diferentes actos terroristas en varias provincias.