Las inundaciones se pueden mitigar y hacerlo no tiene por qué costar mucho dinero. Ese es el mensaje del investigador del grupo de Erosión y Conservación de Suelos del Cebas-Csic, Gonzalo González Barberá, quien propone levantar barreras naturales en las áreas de cultivos intensivos, como las del Campo de Cartagena, para frenar las dañinas avenidas en casos de lluvias torrenciales, como las ocurridas a mediados del pasado mes de diciembre.

«Nuestro problema es que tenemos lluvias intensas periódicas y la calidad del suelo impide que se infiltre el agua como debiera, por lo que tiende a fluir por el terreno en forma de escorrentía, que a su vez se va uniendo con otras de otros puntos y termina produciendo las inundaciones que hemos visto», explica González.

Estas consecuencias se pueden mitigar colocando muros de vegetación en las plantaciones, tanto de árboles como de hortalizas, que permitan la laminación de esas aguas y que haga que se acumule de forma mucho más lenta y menos dañina.

González indicó que esta «estrategia de reducción de la conectividad» de las escorrentías será mucho más económica que, por ejemplo, los 2,3 millones que la Comunidad Autónoma va a invertir en el tanque de tormentas de Los Nietos, anunciado recientemente.

El investigador del Cebas apunta que en una extensión de un kilómetro de cultivos la inversión en estos setos apenas supondría el medio millón de euros, una cantidad que las grandes empresas pueden asumir, opina, y con los que además no pierden zonas cultivables.

«Además, es una técnica que permite combatir la degradación de los suelos con una mínima intervención y otra alternativa a las soluciones que hasta ahora se han estado barajando, como son estos tanques, basados en la ingeniería y el cemento», apunta.

Otro beneficio a tener en cuenta: «El muro de vegetación puede lograr un incremento en la polinización de los cultivos».

Como en todo, González deja claro que antes de poner en marcha esta iniciativa se tiene que estudiar muy bien dónde deben colocarse. «La mayoría de los agricultores del Campo de Cartagena se muestran muy receptivos a poner en marcha iniciativas como ésta y ahora sólo faltaría que la Administración regional se ponga a trabajar con ellos, tanto desde el punto normativo como de ejecución a través de las oficinas comarcales», destaca.

González es uno de los expertos que forman parte del Comité Científico del Mar Menor y tiene previsto presentar esta iniciativa, como voto particular, en el documento final sobre el análisis de la laguna que prepara este grupo. Se espera que esté terminado el próximo mes de febrero.